José María Barreda: "Hay que tener cuidado con utilizar las palabras como puños"

“Un militante de base en (la) transición” es el nuevo libro de José María Barreda, expresidente de Castilla-La Mancha, que este jueves presenta en la Facultad de Letras de Ciudad Real.

Un libro en el que “nos encontramos un repaso por los acontecimientos de aquellos años. Arranco el libro con mis recuerdos del día del asesinato de Carrero Blanco, que coincidía con el juicio de los abogados de comisiones obreras. Precisamente el prólogo del libro me lo ha escritor Nicolás Sartorius, a quien agradezco mucho. A partir de ese momento voy haciendo un recorrido por los acontecimientos más sobresalientes de aquellos años, a partir de mi propia experiencia. y de la vivencia que yo tuve, en algún caso, protagonizando de manera colectiva, como es lógico, aquellos acontecimientos”, ha asegurado Barreda en Cope Ciudad Real.

Barreda también hace un repaso a su evolución ideológica. “Yo salgo de Ciudad Real y en Madrid me encontré con la agitación antifranquista, con los movimientos protagonizados por la oposición democrática y entro en contacto con el Partido Comunista que entonces realmente era sobre todo una especie de frente antifranquista, más que el partido con la ideología que se deriva de su nomenclatura. Y a partir de ahí se inicia una evolución teórica, ideológica, que con los años culmina en mi incorporación al Partido Socialista una vez que vuelvo a Ciudad Real”.

“Es preocupante la situación de crispación y de polarización que hay en este momento"

¿Corre peligro el espíritu de la Transición? “Es preocupante la situación de crispación y de polarización que hay en este momento. Yo creo que sería muy bueno que, sobre todos los grandes partidos, los partidos de Estado que tienen implantación en el conjunto del territorio, hagan un esfuerzo. de entendimiento, de dejar a un lado, sobre todo en cuestiones que tradicionalmente son calificadas como cuestiones de Estado, dejar a un lado los intereses partidistas, coyunturales y pensar en el futuro del conjunto de un país”.

Sobre el pensamiento ciudadano ronda la idea de que los políticos actuales no están a la altura de aquellos que consiguieron que la democracia llegara a España. “Hay que tener cuidado al utilizar las palabras como puños. Ahora la situación, afortunadamente, la situación económica, sociológica, internacional, no es la que había en España en los años 30. Pero hay que aprender del pasado. En los años 30 comenzó una dialéctica agresiva. Utilizando, como digo, las palabras como puño, insultándose, amenazándose y al final ya sabemos cómo acabó aquello”.

¿Y eso no es lo que está pasando ahora? “Bueno, se puede establecer una cierta analogía. Ahora lo que vemos es que a la izquierda del Partido Socialista tiran de la organización, evidentemente, y a la derecha del Partido Popular también. Y eso está alejando a uno y a otro del espacio del centro, que yo creo que siempre es muy importante para mantener los equilibrios en un país”.

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