Cuenca se llena de luz este fin de semana con la obra Lux Aeterna
La Capilla de Música interpretará este Réquiem junto con una orquesta de cuerda y bajo la batuta del director invitado, Pedro Texeira
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El 19 de noviembre a las 19.30 horas, una obra nunca interpretada en nuestra ciudad llega a la Catedral. La Capilla de Música, acompañada de una orquesta de cuerda formada por grandes músicos profesionales de nuestra tierra reproducirá una obra, en los que la esperanza y la luz son los protagonistas.
Lux Aeterna es una obra de Morten Lauridsen, un compositor estadounidense contemporáneo, maestro de la composición de la música coral a la que ha dedicado la mayor parte de su obra.
Entre sus piezas más famosas se encuentra la "Lux Aeterna" compuesta en 1997, año en que murió la madre del autor, y a la que el compositor identificaba como su musa y responsable de su amor por la música, al cantarle desde niño.
El propio autor, Monsten Lauridsen, se refiere así a la obra: “Compuse Lux Aeterna en respuesta a la enfermedad final de mi madre y encontré gran consuelo y consuelo personal al poner música a estas palabras atemporales y maravillosas sobre la Luz, un símbolo universal de iluminación en todos los niveles - espiritual, artístico e intelectual”.
La Capilla de Música de la Catedral de Cuenca (vulgo Coro de la Catedral) que desde su creación dirige José Antonio Fernández Moreno, maestro de Capilla de la Catedral, interpretará éste bellísimo Réquiem, en esta ocasión, bajo la batuta del director invitado, Pedro Texeira, experto en la dirección de coros profesionales y reconocido en el mundo coral por sus actuaciones sagaces y sensibles, especialmente preocupado por conseguir la pureza de la emisión vocal y musicalidad de los coros con los que trabaja. Actualmente, es profesor en la Escola Superior de Música así como de la Escola Superior de Educação de Lisboa.
El bellísimo Requiem, nos consolará de las ausencias sufridas, y sus acordes nos trasladan la esperanza de que, los que nos faltan, los que han alcanzado la Paz y Felicidad eternas. La muerte no es el final, sino el principio.
La sensación que se desprende escuchando la obra es la de la calma y la tranquilidad, inundadas de gran dulzura y, todo ello acompañado de momentos de extrema luminosidad sonora, que los integrantes del coro quieren trasladar a todo aquel que quiera venir a escucharles.
En la producción del concierto colaboran además de la Coro de la Catedral y el propio templo, importantes empresas y entidades conquenses, preocupadas con el compromiso cultural de nuestra ciudad, entre ellas, Mármoles Granero, Colegio de Abogados de Cuenca, Global Caja, Reale Seguros, Ecológicos Rujamar y Abadía de Jábaga.
En definitiva, una cita musical ineludible e irrepetible, a la que no podemos faltar, y que nunca olvidaremos.