Tranquilidad, naturaleza y arte rupestre en Henarejos

Es el lugar perfecto para los amantes de la micología gracias a su extenso paraje donde proliferan hongos y setas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En la Serranía Baja de Cuenca se encuentra esta pequeña localidad de algo más de 140 habitantes que nos ofrece un gran cantidad de patrimonio artístico que podemos visitar. Su iglesia, Nuestra Señora de la Asunción, está próxima a cumplir 400 años y, junto con la de Cardenete, es la más grande de la zona.

Henarejos cuenta con un abrigo rupestre denominado la Cueva del tío Modesto que está a unos 4'5 kilómetros del pueblo hacia la zona este. Los datos que constan apuntan a los casi los 4.000 años de antiguedad.

El legado rupestre se puede disfrutar también en el interior del pueblo, concretamente en las fachadas de las casas que dan el nombre a la calle. Los carteles están hechos con piedra rodena grabada y simula la antiguedad de la piedra.

A las afueras se puede disfrutar de un pueblo minero abandonado. "Son unas minas de ulla de carbón que estuvieron operativas hasta el año 60. Había dos minas, llegó a haber hasta 600 personas viviendo allí". "Era más grande que el pueblo ahora", según ha explicado el alcalde, Rufino Sánchez.

El municipio cuenta también con una torre vigía que, posiblemente, ha explicado el alcalde, sea de la época de los árabes. "Era una torre de señales que estaba hacia el sur y luego desde el sur se orientaba con otra que había más al este".

Las vecinas del pueblo todavía siguen desplazándose al lavadero para hacer la colada. "Me cuentan que el pilón de agua es de la época fenicia, de unas piedra impresionantes. Hay un lavadero con dos pilas, una donde se lavaba y otra donde se aclaraba, con una comodidad impresionante para las personas", ha detallado el primer edil.

En verano el agua da sensación de frescor y en invierno caliente. Todavía hay mujeres que se desplazan hasta allí para lavar mantas y edredones pero, ha bromeado Sánchez, a la vuelta a casa "tienen que llamar a alguien con un coche para que les suba la ropa al pueblo porque pesa".

Otra de las características del pueblo es su extenso paraje donde proliferan hongos y setas. "Aquí al níscalo le llamamos hongo, por la parte de la mina hay bastantes. Además, es un hongo rodeno muy bueno" afirma Rufino. Lo cocinan con patatas el caldo, el plato estrella del muncipio.