Venerable Hermandad del Santísimo Ecce-Homo de San Miguel

En la parroquia de San Miguel se veneraba una talla del Ecce-Homo desde 1860 que no participaba en los desfiles procesionales conquenses. El cierre de esta parroquia a principios del S.XX obliga al traslado de la imagen hasta la Iglesia de San Pedro.

La creación del desfile del Silencio en 1905 hace que la hermandad se una al mismo, convirtiéndose en una hermandad penitencial. En 1906 firma una concordia con la hermandad del Prendimiento para la participación conjunta en el desfile antes mencionado.

La destrucción impuesta por la Guerra Civil también afecta a esta hermandad que pierde todo su patrimonio. En 1941 se encarga a Federico Collaut-Valera la realización de la magnífica talla que desfila cada Miércoles Santo desde dicho año. Las andas son obra de Apolonio Pérez, doradas por Enrique Gimeno Monrabal.

A pesar de que la imagen ha pasado por diversos templos a lo largo de estos años, sin duda la presencia de la misma, desde 1980, en el pregón de Semana Santa proclamado en la Antigua Iglesia de San Miguel está dotada de muchísimo simbolismo, no exenta de cierto romanticismo. El traslado y regreso de la Sagrada Imagen desde la Iglesia de San Pedro conforman un momento emotivo que nos traslada a las semanas santas de otros siglos.