El Jesús de las Seis, unas manos y las sombras, el cartel de la Semana Santa de Cuenca 2025 representa la Pasión

75 días quedan para que llegue la Semana Santa 2025. Cofradías y cofrades ya preparan que todo este apunto para esa semana tan especial, por ejemplo en Cuenca ya han presentado el cartel que representará la Semana de Pasión en la capital conquense. Un cartel que es obra de Luis Moya, un conquense que compagina su labor como empleado público con su dedicación a la fotografía profesional donde acumula más de dos décadas de experiencia con la cámara.

ABRUMADO POR EL CARIÑO

Luis ha pasado por los micrófonos de COPE Cuenca y nos contaba que esta “abrumadísimo por el cariño que me ha mostrado la gente, estoy un poco en shock”.

El cartel nos enseña a Nuestro Padre Jesús Nazareno del Salvador, donde Luis “quería que todo tuviera relación; la oscuridad se mezcla con la pasión, como vemos las procesiones por la noche, luego también tener esas manos que yo quería ver, lo tuve que hacer en el estudio”. Lo tuvo claro, lo que crease tenía que ser una referencia a la ciudad de la pasión.

Todo fue secreto, se fue hasta la capilla de Jesús involucrando a bastante gente pero un poco “a escondidas” para que al final saliese este cartel, donde quería trasmitir “la unión de Cuenca, una ciudad maravillosa con una Semana Santa de las mejores, y en la que hay que remar todos juntos para aprovechar lo que tenemos”.

COMO HIZO ESA FOTOGRAFIA

La única forma de hacer esa fotografía era hacerla creando o simulando un estudio. “Involucré a parte de la familia y había que hacer un set de fotografía, poner un fondo negro y unos focos. La dificultad estaba en que no se puede conocer el cartel hasta la día de la presentación. Tuvimos que engañar un poco a la gente para que no se diese cuenta a la hora de realizarla, tenía que aprovechar cuando la bajaban para hacer la función”.

Esa foto, Luis, siempre la había tenido en mente. Unos años intentaba hacerla en mitad de una procesión, pero no salía; otros, ya habían bajado a Nuestro Padre Jesús y esas manos ya no se podían fotografiar. El quería inmortalizar el gesto.