Ante la amenaza de la sequía, ¿Cómo están los embalses de la cuenca del Tajo?

A pesar de la situación nacional, Entrepeñas y Buendía están en positivo con respecto a hace un año

Javier Herrero

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Con la situación hidrológica en la zona del levante y más concretamente de Murcia, la cuenca del Tajo cobra especial relevancia debido al trasvase Tajo-Segura.

En el contexto nacional de emergencia hídrica cabe preguntarse cuál es la situación en esta cuenca. Consultando los datos actualizados a fecha del 29 de enero de 2024, vemos como el saldo de agua embalsada en la provincia de Guadalajara es de 34 hectómetros cúbicos más que hace un año.

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La reacción inmediata puede ser preguntarse cómo es posible que a pesar de la falta de lluvias haya más agua embalsada hoy que hace un año. La respuesta nos la da en COPE Guadalajara Borja Castro, el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, “hay que tener en cuenta que los embalses de Entrepeñas y Buendía –los más importantes de la provincia– son de aportación calcárea. Esto quiere decir que un episodio de lluvias no tiene porqué tener un retorno inmedaito. Por así decir son embalses que se están llenando constantemente. A pesar de todo, ese flujo de agua en los últimos años se ha ido reduciendo en los últimos 40 años, la sequía y el cambio climático es una realidad”.

A pesar de su naturaleza, ambos embalses ahora se encuentran al 29% de su capacidad y albergan en conjuto unos 730 hectómetros cúbicos. De ellos, unos 70 están embargados a la espera de que se abra el trasvase. En ese momento irán hacia el Segura destino levante.

Castro, defensor de sus intereses y representante de los municipios ribereños defiende un nuevo modelo de gestión hídrica, “no nos podemos acostumbrar a lo que desgraciadamente vemos habitualmente aquí de tener que recurrir a camiones cisterna para abastecernos. Hay que cambiar la política hídrica y apostar por un nuevo modelo de desalación del agua del mar. Ese agua sí puede ser utilizada para cultivos, sin embargo, no para beber. El problema es que a día de hoy el agua del trasvase es más barata que la desalada”.

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