Una rehala de perros ataca a más de 150 ovejas en un pueblo de Guadalajara: "Algunas esperaban corderos"

Nicolae es el ganadero afectado y ha perdido casi todo su rebaño por culpa de unos perros asilvestrados y sin dueño

Nacho Rodríguez de Tapia

Guadalajara - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

Una imagen dantesca y una situación de alarma y desamparo. Es la historia de un ganadero de Fuentelencina, Nicolae que ha sido víctima de un ataque que ha afectado severamente a su ganado. Esta vez no han sido los lobos que en la Sierra de Guadalajara conviven, sino una rehala, un grupo de perros de caza mayor. El último ataque fue hace apenas unas semanas. 

Nicolae guardaba por las noches el rebaño en una nave vallada con una alambrada de más de metro setenta. Los perros pudieron saltarla convirtiendo el corral en una trampa sin salida para las ovejas. Fueron 153 cabezas las que perdió Nicolae esa noche. Otro medio centenar ha ido muriendo después por las heridas y el estrés.

Nicolae nos cuenta que “primero tuve hace un mes un ataque a mi nave en Fuentelaencina y me mataron tres”. Este ganadero tuvo que irse de Fuentelaencina porque ya no podía estar ahí, y se trasladó a Hueva, a unos 15 kilómetros para evitar que estos perros fuesen a por las demás ovejas.

último ataque

Un nuevo ataque dejó unas 153 ovejas muertas, varias de ellas mordidas y también varios corderos que no están contados. “La mayoría heridas, o han abortado, están mordidas o infectadas y se están muriendo”, añadía Nicolae.

Varias de las ovejas atacadas, entraron en pánico al versen acorraladas provocando una avalancha y aplastándose unas con otras, murieron asfixiadas. La falta de movilidad y el peso de las preñadas, hicieron ser presas fáciles para los perros y las que no, quedaron enterradas en la avalancha.

sin ayudas

Los ataques han mermado al rebaño en un 30%. El problema: el desamparo. Nicolae denuncia que no tiene a nadie que le ayude. Se ha puesto en contacto con el Seprona y el Ayuntamiento para ver que pasa con esa manada de perros, “el Seprona me ha dicho que el deber es del Ayuntamiento pero ninguno me ha dicho nada”. Calcula que no recuperará de estos ataques hasta dentro de dos años, con lo que ello conlleva.