Uceda en alerta por plaga de jabalíes

Alarma en Caraquiz, en Uceda. Los vecinos de la urbanización viven con creciente preocupación ante la superpoblación de jabalíes en la zona, temiendo por la seguridad de sus hijos y mascotas y el riesgo de accidentes de tráfico. Los animales deambulan libremente por las calles, parques y contenedores de basura, e incluso se acercan a la guardería, ya sin miedo al ruido.

Caraquiz está rodeado por un entorno natural y en la zona están acostumbrados, siempre ha habido animales por ahí, desde corzos hasta jabalíes, ero en los últimos años la población se están multiplicando y ha empezado a ser un problema. El alcalde es Domingo Canfrán y ha explicado en COPE que "el verano ha sido muy preocupante, sobre todo lo confiados que están". De momento, no ha habido que lamentar daños personales pero sí materiales, como "zonas ajardinadas levantadas enteras y alguna valla que han roto". 

El Ayuntamiento ha puesto en marcha un plan de actuación pero sobre todo de concienciación. Recuerdan que no son animales domésticos ni amistosos y que, aunque se acostumbren a nuestra presencia, atacarán si se ven amenazados. Y el ataque de un jabalí puede ser muy peligroso. Las hembras pesan hasta 60 kilos y un macho puede llegar a los 90 y sus colmillos, llamados navajas, alcanzan varios cm de longitud. "No te hacen daño porque no te hacen caso", explica el alcalde, "pero si te acercas demasiado, sobre todo a las hembras cuando van con los rayones, puede ser peligroso". Al final, los vecinos corren riesgos por lo que han implementado una estrategia de concienciación: "Que no dejen la comida de las mascotas fuera y que cierren bien las basuras". 

La solución no es fácil… Es una zona residencial, no es como si hubiera superpoblación en el campo o en un coto. En ese caso se haría una montería para rebajar la población… Aquí, eso no se puede hacer logicamente asique la solución pasa por medidas diferentes: "Nos estamos asesorando por todos los medios. Nos han hablado de ultrasonidos, de repelente. Pero el problema real es que están agusto y no salen de aquí". La solución pasa por concienciar a la población e intentar, mediante repelentes, que no se acerquen a las zonas urbanas.