Impacto económico en Navidad
Llenar el depósito vuelve a golpear el bolsillo de los españoles en Navidad: “Lo peor, está por llegar”
El encarecimiento de la gasolina y el diésel no es casualidad: factores internacionales, tensiones políticas y decisiones fiscales están detrás de un fenómeno que afecta a todos los conductores. ¿Qué podemos esperar para el 2025?
Toledo - Publicado el
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Con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, llenar el depósito del coche se ha convertido en un quebradero de cabeza para muchos españoles. Entre tensiones geopolíticas, impuestos desorbitados y un panorama de incertidumbre energética, expertos advierten que lo peor está por venir. Conversamos con Javier de Antonio Arribas, presidente de FEDETO y de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio, para analizar el impacto de este fenómeno y sus implicaciones futuras.
¿Por qué sube el precio del combustible?
El incremento del precio de los combustibles no es un fenómeno nuevo, pero estas Navidades está más presente que nunca en la vida de los consumidores. Según Javier de Antonio, la clave está en una combinación de factores económicos y geopolíticos.
“Estamos entrando en una etapa de mayor consumo, sobre todo en calefacciones, que aún dependen mucho de combustibles fósiles”, señala de Antonio. Este aumento en la demanda, junto con una cotización internacional desfavorable y la apreciación del dólar frente al euro, encarece la importación de petróleo para Europa, una región que depende casi por completo de la energía externa.
Además, a esta ecuación se suma la elevada carga fiscal en España. “Estamos hablando de un 53% del precio por litro de combustible que corresponde a impuestos”, añade. Esta presión fiscal deja a los consumidores con pocas opciones más que aceptar los incrementos.
¿Qué esperar para estas Navidades?
Como es habitual, las fechas señaladas como Navidad, verano o Semana Santa suelen traer consigo una subida en los precios del combustible debido al aumento de la demanda. Sin embargo, este año, las tensiones internacionales agravan la situación.
“La inestabilidad bélica en Oriente Medio afecta directamente a la cotización del barril de petróleo”, explica el experto. A esto se añaden decisiones estratégicas en Estados Unidos y otros países productores que limitan o expanden la oferta de crudo dependiendo de sus intereses.
Para el consumidor español, estas dinámicas globales pueden traducirse en un gasto mucho mayor estas Navidades. Según de Antonio, “habrá quien se lo piense dos veces antes de coger el coche para sus vacaciones”.
¿CambioS de hábitos DEL CONSUMIDOR?
Aunque el precio del combustible sigue siendo un elemento clave en el presupuesto de los hogares, su impacto en el comportamiento de los consumidores no siempre es inmediato. Muchos, no consideran el coste del depósito a la hora de planificar las vacaciones.
De hecho, durante subidas históricas, como el incremento del IVA del 18% al 21%, se vieron comportamientos curiosos. “Recuerdo colas interminables en estaciones de servicio para ahorrarse unos céntimos antes de la entrada en vigor del nuevo impuesto”, relata. Sin embargo, cuando se analiza el gasto total, esta subida representa una fracción mínima en comparación con otros gastos navideños, como regalos o cenas familiares.
Un 2025 con más subidas a la vista
Aunque las Navidades ya están marcadas por estas tensiones, lo que más preocupa a los expertos es el futuro. "A partir de 2025, se prevé una equiparación del precio del diésel al de la gasolina, lo que podría suponer una subida de más de 11 céntimos por litro"
Según de Antonio, estas medidas impactarán especialmente a las clases más desfavorecidas y a sectores que dependen del transporte por carretera. “En el interior de España, cerca del 75% de los vehículos son diésel. Esta subida será un golpe muy duro para muchas familias y negocios”.
Además, advierte sobre las políticas que buscan desincentivar el uso de combustibles fósiles en favor de modelos eléctricos o renovables. “Actualmente no hay una infraestructura suficiente para garantizar el suministro eléctrico para todos los usuarios, y los precios de los coches eléctricos siguen siendo prohibitivos para la mayoría”, asegura.
¿Qué pueden hacer los consumidores?
Mientras el panorama sigue siendo incierto, las estaciones de servicio intentan aliviar un poco la carga de los usuarios mediante programas de fidelización y descuentos. Sin embargo, la solución más efectiva, según de Antonio, sería una reforma fiscal que reduzca los impuestos sobre los combustibles.
“El gobierno debería fomentar el uso de biocombustibles y combustibles renovables con incentivos fiscales, en lugar de gravarlos como si fueran contaminantes”, argumenta. A nivel europeo, también se debería considerar la disparidad en las políticas medioambientales con respecto a otras regiones del mundo, como Asia o América, que generan una mayor cantidad de emisiones pero no enfrentan el mismo nivel de restricciones.
Estas Navidades, llenar el depósito será más caro que nunca en estas fechas, y los consumidores tendrán que ajustar sus presupuestos para hacer frente a este incremento. Aunque algunos podrían optar por cambiar sus hábitos de consumo, la dependencia del transporte privado en muchas regiones de España hace que esta sea una tarea complicada.
Con un 2025 que promete mayores subidas y una transición hacia energías renovables aún lejos de ser una realidad accesible, las familias españolas afrontan unas fiestas marcadas por el encarecimiento generalizado y la incertidumbre. ¿La solución? Para muchos, solo queda esperar que las políticas futuras prioricen a los ciudadanos y alivien la carga que supone llenar el depósito.