Una empresa de artesanía de Lagartera llena los balcones de un edificio de Toledo con mantones de manila

Este jueves de Corpus Christi, la plaza de Zocodover luce de forma espectacular gracias a la iniciativa de unos vecinos del edificio situado en el número 7 de la plaza que han tenido la feliz idea, con la inestimable colaboración de la empresa Artesanía Nava de Lagartera (Toledo), de participar en el adorno y embellecimiento de este lugar emblemático de la ciudad imperial, instalando en sus balcones 40 mantones de Manila de gran calidad y belleza, algunos de ellos del siglo XIX.

A primera hora de esta mañana, 6 profesionales de la empresa, coordinados y ayudados por los vecinos que les abrían sus casas y balcones, ha comenzado el esmerado montaje, dado que se trata de delicados y valiosos mantones de seda.

Como puede verse en las imágenes, el edificio luce de manera espectacular aunque también efímera porque las piezas han de ser retiradas a primera hora de la tarde para evitar su deterioro. Todos los detalles de la iniciativa nos los cuentan José Luis Almoguera, vecino del nº7 y guía oficial turístico de Toledo, y Beatriz Jiménez Nava, de Bordados Nava.

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Las piezas textiles son una selección de 40 mantones del siglo XIX e inicios del siglo XX. Forman parte de la colección particular de la Empresa Artesanía Nava. Piezas de gran calidad técnica y estética. Adquiridas en el mercado del arte, subastas y anticuarios especializados.

Están bordados en sedas de color con escenas de aves exóticas, chinerías, grandes ramos, orlas, flores, rosas y arquitecturas.

Como complemento a la actividad una pareja de jóvenes se han ataviado con el traje masculino del municipio de Lagartera, concretamente con el traje de Calzón. El pueblo ha conservado “de forma privilegiada un rico protocolo en el vestir tanto en las piezas que conforman el traje como en las ricas labores en las que están ejecutadas. Respecto al traje que nos ocupa, los varones van ataviados con calzas, camisón, chamarreta, faja de lana roja, pañuelo de China y sombrero con cordón rojo. Este traje es el indicado para fiestas importantes, por ejemplo asistir a bodas, Corpus Christi o ser “hacheros”. PINCHA VÍDEO

Respecto a la tipología de las piezas podemos diferenciar entre: Mantones de palco y mantones de lucir y vestir. Dentro de los mantones por estilos tenemos isabelinos, imperio… o de cigarreras. Artesania Nava es una empresa ubicada en Lagartera desde el año 1987. En Toledo, cuenta desde el año 2016 con establecimiento propio en Calle Hombre de Palo, número 11.

NOTAS ACLARATORIAS RESPECTO A ESTA PRENDA, ORIGEN Y USO

La tradición del mantón de Manila, como pieza de tejido rico y elegante para engalanar balcones y fachadas, se populariza desde el siglo XIX. Al formar parte del ajuar de indumentaria de la mujer, tanto de las clases populares como de las élites. Como muestran las mujeres retratadas por Sorolla, Anglada, Camarasa, Ramón Casas, tanto en retratos como en imagen o cartel publicitario. Aunque realizados en España, Barcelona, Sevilla, su origen es una preciada manufactura china de Cantón. Recibe el nombre de Manila, capital de las Filipinas, antigua colonia española desde el año 1565, gracias a Miguel López de Legazpi. Propiamente, un mantón es un lienzo cuadrado en seda bordada con seda de colores que presenta una aplicación de flecos en su perímetro. El material fundamental es la seda (tafetán, crespón) para el cuadrado de lienzo. Los flecos son de seda o perlé. El tipo de bordado es erudito, matizado a la aguja, se llama pintura a la aguja. Su nombre de Manila se debe tanto por hacerse allí como por su origen, al ser producciones orientales. Aunque también se realizaron posteriormente, en España. Tiene que ver con las relaciones comerciales de la España Colonial. Concretamente con la Nao de China, Galeón de Acapulco o más conocido como Galeón de Manila. Este navío ya desde el siglo XVI hacía un recorrido que empezaba en la China (Cantón) y una de sus escalas era Manila. Desde las Filipinas se dirigía a Acapulco (Nueva España, Méjico) donde realizaba de nuevo el viaje de retorno hasta el puerto, primero Sevilla y luego Cádiz. En ese galeón los marinos habían adquirido en Cantón lacas, porcelanas, madreperlas, abanicos, especias, mobiliario y sedas. Durante 250 años (desde 1565 - 1815) esta ruta comercial hace de unión entre Filipinas (Oriente) y Nueva España (Méjico).

Entre estos objetos había tejidos de sedas. Llegan a España y aquí se convierten en tejido de lucimiento e indumentaria para mujer. Al tejido se le incorporan flecos para darle más ligereza y enriquecerlo. Casi todos los mantones que han llegado a nosotros son del siglo XIX, realizados en España. Que es cuando se populariza como elemento de indumentaria. Los mantones de más calidad se guardaban en unas cajas lacadas realizadas expresamente, a veces con madreperla. En sí un objeto rico, el estuche, que a veces se transformaba en guarnición de un mueble. Son en su mayoría producciones orientales. Pero en España también se realizaban. Por ejemplo en Barcelona o en Sevilla. Si nos acercamos a nuestro entorno provincial y concretamente al marco de las fiestas, en nuestra provincia tienen protagonismo los mantones al formar parte de la indumentaria del hombre y de la mujer, por ejemplo: