Un preso intenta estrangular a un funcionario en la prisión toledana de Ocaña II

Los funcionarios de prisiones reivindican trabajar sin los medios adecuados, sin una formación continua, y con una grave falta de personal.

Carmen Rodenas

Toledo - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Con miedo. Así es como últimamente están trabajando los funcionarios de prisiones que se ven desprotegidos en esta profesión. Se enfrentan todos los días a personas con alto nivel de peligrosidad y los medios para hacerles frente, escasean cada día más.

El sábado, en el módulo 4 del centro penitenciario Ocaña II en Toledo, ocurría la última de las agresiones a funcionarios. Este módulo alberga a unos 200 internos aproximadamente, fue a mediodía cuando realizando funciones reglamentarias, un preso atacó a un trabajador de la prisión.

Pablo Pascua, es compañero del funcionario agredido y además es el responsable de prisiones de CSIF en la provincia de Toledo, nos contaba en COPE que "ocurrió en el recuento de internos al mediodía, después de la medicación y tras la comida. Un interno, sin mediar palabra, mientras mi compañero estaba realizando sus labores, por detrás, que es lo más grave, intentó estrangularle para causarle un daño probablemente irreparable".

Asustado, Pablo contaba que "otros presos auxiliaron al compañero porque es una persona apreciada por los internos. En general, nosotros tenemos una buena relación con los internos y ellos mismos fueron quienes en un primer momento acudieron a ayudarle". Inmediatamente, el interno era trasladado al departamento de aislamiento y el funcionario, tuvo que ser atendido por los servicios médicos del centro.

El trabajador "se encuentra físicamente bien, pero psicológicamente afectado, porque al final son situaciones que uno lo pasa mal y no creo que sea para nadie, ni fuera ni dentro de su trabajo, el que sufra una agresión tan grave, que puede haber llegado a peligrar su vida si no hubiera sido la rápida intervención de mis otros compañeros y la ayuda de los internos", comentaba su compañero de prisión.

Se trabaja con miedo

Las agresiones están aumentando, estos últimos años han incrementado el número de agresiones y según Pablo, "sí, se va a veces con miedo porque no hay unos protocolos, falta personal, no hay unos para poder trabajar adecuadamente".

Por ejemplo en este módulo donde hay aproximadamente unos 200 internos, por turno pueden trabajar entre 3-4 funcionarios, una cifra que deja al descubierto la falta de personal que necesitan.

Desde los sindicatos se muestran apenados porque su trabajo carece de seguridad. Pablo, como responsable de prisiones de CSIF en la provincia de Toledo pide "unos protocolos adecuados de trabajo, pedimos que se aumente las plantillas, más funcionarios. Por ejemplo: dos funcionarios a la vez, al mismo tiempo, facilitaría que estas agresiones no pudieran ocurrir o disminuyeran".

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