El conquense Pedro Cifuentes intenta de nuevo, en solitario, escalar el Fitz Roy en la Patagonia

     Un día antes de partir hasta la Patagonia, entrevistamos al alpinista Pedro Cifuentes que intentará por tercera vez, realizar en solitario la travesía de la cordillera Fitz Roy en la Patagonia argentina. Hasta el momento nadie ha conseguido realizar esta travesía de cinco kilómetros a través de la cordillera montañosa, sin bajar de la pared y en solitario. Pedro ya lo intentó en enero de 2017 y 2018 y en ambas ocasiones tuvo que abandonar por las duras inclemencias meteorológicas: " El año pasado fue muy duro porque tuve que bajar con los dedos del pie congelados y estuve tres meses recuperándome.... físicamente estoy preparado, lo peor es aguantar mentalmente porque son 40 días en solitario en la montaña para subir estos cinco kilómetros que al ir solo se duplican". 

     Cifuentes cuenta esta vez con la ayuda de la Diputación de Cuenca, su presidente, Benjamín Prieto, le recibió hace unos días para desearle la mejor de las suertes y destacar tanto sus logros como su tenacidad y afán de superación. Prieto definió al alpinista como "uno de los mejores embajadores de Cuenca". 

     Confesaba Pedro en nuestra entrevista que no lo hace para ser el primero en el mundo, sino por un reto personal y de superación "y porque todavía quedan montañas que te invitan a la aventura... una aventura que va a ser filmada por el cineasta Rubén que lleva ya un mes en la Patagonia grabando un documental que contará la forma de vida de este precioso lugar y al que sumará las imágenes que yo grabe de la escalada y plasmar los 19 años que llevo escalando..."

     Cifuentes ya ha logrado otros éxitos como la primera travesía en solitario a las tres Torres del Paine en la Patagonia chilena (2013) y que le valió su nominación al premio más prestigioso del mundo del alpinismo, el Piolet de Oro, o las subidas en solitario a la torre Sin Nombre en Trango Tower (Pakistán) en 2014 y 2015 en las que ascendió un total de 6.000 metros y estuvo colgado en la pared durante veinte días.