Las obras del Palacio de Congresos se harán cuando pase el Corpus: "pedimos un poco más de paciencia"

Tras años de quejas vecinales por las constantes averías en las escaleras mecánicas y ascensores del edificio del Miradero, el Ayuntamiento de Toledo ha adjudicado el contrato para la reparación de la cubierta del Palacio de Congresos que hará que esas averías dejen de producirse.

La empresa Inmesap será la encargada de ejecutar las obras por un importe de 183.000 euros y un plazo estimado de ejecución de cuatro meses.

Según ha explicado el portavoz del gobierno municipal, Juan José Alcalde, la causa principal de las continuas averías ha sido una filtración de agua provocada por problemas estructurales en el Palacio de Congresos, situado en la parte superior del complejo. “Los técnicos han confirmado que las humedades, derivadas de una falta de aislamiento adecuado, provocaban la entrada de agua en los mecanismos, lo que hacía que tanto los ascensores como las escaleras mecánicas dejaran de funcionar”.

Durante años, vecinos, trabajadores y turistas se han visto obligados a subir a pie los numerosos escalones que conectan el aparcamiento del Miradero con el centro histórico, en lo que se convirtió en una situación insostenible para la movilidad urbana.

Aunque en un principio el Ayuntamiento se planteó actuar de forma subsidiaria ante la falta de respuesta de las empresas gestoras del edificio (Acciona y Acvil), finalmente se alcanzó un acuerdo con estas para costear la reparación. “Se podría haber hecho hace cinco, seis o siete años. No se quiso afrontar el problema por diversas razones. Nosotros sí lo hemos hecho y las empresas han acabado asumiendo el coste de la obra, lo cual agradecemos”, ha señalado Alcalde.

Las obras comenzarán tras la celebración del Corpus Christi, la festividad más importante de la ciudad, con el fin de evitar molestias durante esos días de gran afluencia turística. “Sabemos que se ha hecho esperar, pero este equipo de gobierno ha venido a solucionar problemas, no a perpetuarlos”.

Aunque aún queda pendiente la planificación detallada de los trabajos, el portavoz asegura que las obras afectarán mínimamente al servicio del aparcamiento y se intentará reducir al máximo el impacto para los usuarios.

Con esta intervención, el Ayuntamiento de Toledo busca cerrar una etapa de abandono y malestar ciudadano y garantizar un acceso digno y operativo al corazón histórico de la ciudad.