La valiente intervención de Estela salvando la vida a un bebé que convulsionaba en un centro comercial de Madrid

Esta mamá y enfermera del servicio de pediatría del Hospital de Toledo tuvo que intervenir durante más de 10 minutos de tensión que acabó en un final feliz

Carmen Rodenas

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Esta es la historia de una enfermera toledana, Estela Cid, que decidía pasar su sábado libre alejada de turnos, pacientes y medicamentos, disfrutaba con su familia en un centro comercial madrileño, en Xanadú concretamente. 

Se encontraban en la zona de restauración, pero la jornada tranquila de ocio se vio alterada de un momento a otro. Estela empezó a escuchar gritos pidiendo ayuda médica, gritos que venían de cerca. No lo dudó, dejó a su familia en la mesa y buscó de donde venía el problema.

“Yo soy enfermera y en ese momento pues me levanté y busqué. Busqué donde estaba la gente apelotonada, me arrimé a donde estaban y lo vi, un pequeñito en una mesa tumbado”, nos contaba Estela a los micrófonos de COPE. Era un bebé convulsionando, un pequeño de poco más de un añito.

Momentos de nervios y tensión

Entre los gritos y el nerviosismo de la familia, ahí estaba Estela, enfocada en ayudar. “Lo primero pregunté qué había pasado y el pequeño estaba casi inconsciente, valoré la situación, los papás sí que me estuvieron diciendo que había tenido fiebre, entonces yo ya automáticamente pensé que podría ser una convulsión febril, que hay veces que los niños convulsionan por fiebre. A partir de ahí, empecé a ayudarlo como yo podía en ese momento, con los medios que yo tenía, que era simplemente yo”. En ese momento, ni tenía instrumental necesario, ni medicación, ni nada que pudiera frenar la crisis.

¿Qué hacer cuando un niño convulsiona?

Las convulsiones asustan mucho, pero Estela nos explicaba que “lo primero mantener la calma, aunque es difícil, después valorar su estado, le pusimos en posición lateral, es importante vigilar mucho la vía aérea, porque tienen una relajación y al final el niño tenía tendencia al sueño, le pusimos en una situación cómoda y vigilar lo que he dicho, la vía aérea, para evitar que el niño tuviese algún otro problema”.

“Hubo un momento que el niño estaba casi inconsciente, le tuve que estar estimulando hasta que el niño ya hubo un momento que rompió a llorar

Estela estuvo entre diez y quince minutos ayudando a este bebé. Emocionada, recuerda el mal trago que los papás se llevaron, “yo les dije que se tranquilizasen, que seguramente iba a ser eso, una convulsión febril, que estuviesen tranquilos, pero ellos se alejaron, y como que le dejaron en mis manos”. Al día siguiente Estela se puso en contacto con los padres del bebé y efectivamente había sido una convulsión febril. Tras la intervención de esta enfermera toledana, al bebé lo trasladaron a un centro médico.

Afloran los recuerdos

Estela es mamá, y tener a un bebé tan pequeño en ese estado, hace que afloren sentimientos de protección, y de recuerdo, porque en la familia de Estela se dio la lamentable casualidad de que un primo falleció precisamente por una parada cardiorrespiratoria. “Al final pues eso, tienes recuerdos y te afecta, te afecta más. Yo en ese momento no pensé, yo pensé, que tenía que hacer lo que debía y tienes la fuerza de decir, venga hay que hacer todo lo posible y tiene que salir”.

AMIDAN

Dani tenía 14 años, fiel seguidor del CD Toledo y por desgracia murió en 2019 por una parada cardiorrespiratoria. Su padre desde ese momento ha luchado con viento y marea con la Asociación Amigos de Dani (Amidan).

Estela, prima de Dani, y forma parte de la asociación que además dan talleres en los institutos sobre el masaje cardíaco.