ENTREVISTA / A la abulense Marisa Díaz, más de 40 años dedicada a las misiones en África

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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¿Imaginas tener una vida acomodada en Ávila, con tú familia y tú trabajo y de repente dejarlo todo para irte a las misiones? Eso es exactamente lo que hace 45 años hizo la abulense, Marisa Díaz Jiménez, natural de la Horcajada. Marisa lleva toda una vida viviendo en África. Primero en Guinea Ecuatorial, después en El Zaire (actual República de El Congo) y desde el año 2002 en Camerún.

En Cope Ávila nos ha contado que tenía una buena vida, pero no era feliz. Esa búsqueda de la felicidad y el cuestionarse constantemente sobre las injusticias del mundo, la llevaron a unas convivencias en Madrid, sugeridas por otra misionera, donde asegura que gracias a su encuentro con Dios “arrancó su vida”. Despumes de varios años de formación en Valencia y después en Toulusse y en París, sus pasos la llevaron a África, donde lleva de misiones desde el año 1980.

Allí ha vivido guerras, pillajes y muerte, reconoce que no estaba acostumbrada “a tan extrema necesidad, ni ha realidades tan conflictivas”.

Sin embargo y a pesar de todo, Marisa explica que nunca a pensado en tirar la toalla. Agradece que las personas que ha ido conociendo en todos estos años la han ayudado “a hacer el camino y a ser misionera”. Personas que destaca la han hecho “partícipe de sus vidas y tradiciones”.

Esta misionera abulense insiste en que su fe la ha ayudado en este camino y la esperanza en Dios la ha dado respuestas en los momentos de más oscuridad.

Su día a día en Camerún nunca es igual, y aunque su labor se centra en evangelización, cada jornada es distinta, siempre al lado de los que más la necesitan y arreglando problemas que aquí parecen pequeños, pero allí tardan en resolverse como por ejemplo los relacionados con la luz o el agua.

Marisa está ahora unos días en su pueblo, La Horcajada, donde recargará pilas junto a su familia, para después volver con la energía renovada a Camerún.

Marisa es una de las 64 misioneros abulenses que están repartidos por Hispanoamérica, África, Asia y Europa, la mayor parte de ellos en países como Honduras, Perú, Camerún, Ángola, India, Japón o China. Además hay otros 27 misioneros abulenses que ya por razonas de edad han regresado a nuestra provincia.