Gerente de "El Lienzo Norte"

Gonzalo Súnico: "El trastorno económico va a ser brutal"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El gerente del Centro de Exposiciones y Congresos “Lienzo Norte”, Gonzalo Súnico, ha asegurado en los micrófonos de Cope que “el trastorno económico” como consecuencia de la COVID-19 “va a ser brutal”. Súnico espera que las administraciones tengan en cuenta esta circunstancia y confía en que en 2021 sea “un año mejor”.

Gonzalo Súnico ha explicado que la Sociedad Exposiciones y Congresos “Lienzo Norte” viene teniendo unos gastos anuales de 600.000 euros, en los que el Ayuntamiento colabora con una aportación de 175.000, el resto, en torno a los 425.000 euros “se obtienen de la actividad privada”. En todo caso el gerente del Lienzo Norte ha señalado que no tienen previsto, al menos hasta final de año, solicitar “ningún tipo de ayuda”. Explica Súnico que marzo les “pillo en un momento fuerte, si bien el dinero se va agotando”.

Precisamente para poner de relieve la situación que atraviesa el sector y todos los profesionales que están detrás, el Lienzo Norte se ha sumado a la iniciativa promovida por la Plataforma “Alerta Roja Eventos” y sus instalaciones se iluminaron anoche de rojo en apoyo a los profesionales de este colectivo.

Súnico ha explicado que lo peor de todo es “la incertidumbre” de saber que pasará en un futuro.

El gerente del Lienzo Norte ha explicado que pese a que la normativa de la Junta de Castilla y León permite un aforo del 50%, la realidad teniendo en cuenta las distancias de seguridad, reduce este porcentaje al 20-25% del aforo lo que “hace inviable cualquier evento económicamente sostenible”.

Entre tanto el Lienzo Norte continua con actividades como el rodaje de una película internacional que tendrá lugar la semana que viene en sus instalaciones. También próximamente se celebrará durante una semana el festival de cortometrajes “Ávila cine”.

Gonzalo Súnico ha destacado “la seguridad” de todos los eventos celebrados en el Lienzo Norte, donde además de cumplirse con toda la normativa exigente, “los asistentes no se quitan la mascarilla y apenas hablan” lo que reduce considerablemente los riesgos.