Ser maestro rural en Ávila: Jorge Leonor nos cuenta su experiencia

“Persona que enseña o forma, especialmente aquella de la que se reciben enseñanzas muy valiosas”, es la definición de maestro que recoge el diccionario. Es un término el de maestro que quizá se ha ido perdiendo con el tiempo, sustituyéndolo por otros como profe o seño... como solemos escuchar a los más pequeños o profesor, ya entre los más mayores.

Este lunes, 27 de noviembre, es el Día Mundial del Maestro. En la provincia de Ávila tenemos un total de 2.300 maestros.

En Cope Ávila nos hemos querido centrar en la figura del maestro en el medio rural. Jorge Leonor, es el director del CRA “Los Fresnos” que agrupa a los colegios de El Fresno, La Aldea del Rey Niño, Sotalbo y Solosancho. Entre los cinco centros suman unos 70 alumnos.

Este maestro rural nos ha contado que lo más gratificante de su trabajo “es el contacto del día a día con los niños”, así como la “cercanía” de la escuela rural que les ayuda a conocer las peculiaridades y circunstancias de todos y cada uno de los alumnos.

Los contras de ser maestro en el medio rural los encuentra Jorge Leonor en “la falta de medios materiales y humanos”, pero sobretodo en la falta de niños.

Reconoce este maestro abulense, que lleva 17 años dedicado a la docencia, que ser profesor rural es muy diferente de serlo en la ciudad. Para empezar, nos explica que el centro se divide “en varias localidades”. En cada una de ellas está un grupo de personas permanentes que son los tutores, pero luego está “el grupo de especialistas que itinera” llevando su asignatura a cada colegio lo que le obliga a tener que recorrer diariamente varios kilómetros.

Además está la idiosincrasia de las clases rurales compuestas por alumnos en ocasiones de hasta cinco cursos diferentes, cada uno de ellos con sus peculiaridades, capacidades y necesidades. A pesar de las dificultares que para el maestro pueden tener estás aulas, para Jorge Leonor “tener clases con diferentes niveles enriquece mucho”.