entrevista
"No existe un perfil de víctima de violencia de género, pero si un miedo común: No ser creídas, ni lo suficientemente protegidas"
En COPE hablamos con Laura García, presidenta de Avivig Ávila, la Asociación Abulense de Asistencia a Víctimas de Violencia de Género
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Ávila - Publicado el
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Con fecha del 31 de enero de 2025, en la provincia de Ávila se habían registrado 363 casos activos de violencia de género, de ellos al menos 201 con menores a cargo de la víctima. Más de medio centenar de estos menores están situación de vulnerabilidad y 7 incluso en situación de riesgo. De todos estos casos activos en la provincia abulense, 27 de ellos están considerados de especial relevancia.
Este jueves en COPE Ávila estamos poniendo el foco en la violencia de género y hablamos con Laura García, presidenta de Avivig Ávila, la Asociación abulense de Asistencia a Víctimas de Violencia de Género, que en 2024 recibió el Premio “Meninas” por su labor y trabajo en este ámbito.
Avivig lleva ya ocho años en Ávila atendiendo a víctimas de violencia de género y otros casos de violencia machista en el ámbito laboral, en redes sociales, acoso sexual o violecia sexual hacía adolescentes y menores de edad. A la semana la Asociación abulense atiende al menos dos nuevos casos.
Asegura Laura García que no existe un perfil concreto de víctimas de violencia de género, pero sí un miedo común en todas ellas, el de no estar lo suficientemente protegidas y no ser creídas, por eso cuesta tanto dar el paso y denunciar.
El programa de acompañamiento es el programa "estrella " de la Asociación abulense de Asistencia a Víctimas de Violencia de Género de apoyo a mujeres en esta situación, desde donde intentan paliar el hueco que en ocasiones existe en las administraciones públicas entre trámites administrativos y burocráticos. Avivig cubre estos huecos hasta que finalmente las víctimas quedan en manos de las administraciones y sus recursos.
A la hora de activar el protocolo desde Avivig se centran en cubrir las necesidades de las víctimas que acuden a la asociación, acompañándolas en un proceso difícil, pero en el que no estarán solas en ningún momento.