Hervé Plaza, el misionero abulense más joven y reciente, cuenta su experiencia desde Ecuador

Sí tienes hijos pequeños, muchos de ellos llevarían la semana pasada a casa el sobre del Domund, el mismo que te encontraste ayer domingo en todas las parroquias de la diócesis de Ávila y de todo el mundo.

Cada penúltimo domingo de octubre se celebra el Domingo Mundial de las Misiones. Un día internacional en el que se reza por la labor evangelizadora y en el que se celebra una colecta para colaborar con los misioneros.

En la diócesis de Ávila hay 61 misioneros repartidos en 30 países diferentes. De todos ellos la más joven incorporación es el sacerdote abulense, Hervé Plaza García, que lleva tan sólo desde el pasado 25 de septiembre en Ecuador. Este joven sacerdote abulense, de 40 años de edad y nueve de ministerio, todavía se está familiarizando con la parroquia de Santa Ana, en el pueblo de Nayón de algo más de 16.000 habitantes.

Cuenta Hervé que su vocación misionera nació pronto. Ya desde el seminario la idea de cruzar al otro lado del charco para ayudar en otras partes del mundo rondaba por su cabeza.

La semilla fue creciendo con su paso por el Monasterio de Santo Tomás, hasta donde llegaban a retirarse muchos misioneros abulenses procedentes de oriente.

Por el momento Hervé permanecerá en Ecuador hasta julio del año que viene. El sacerdote abulense “considera un regalo” llevar hasta aquellas tierras la palabra del señor.

Este año el lema del Domund ha sido “Id e invitad a todos al banquete”, siempre generosa, la diócesis de Ávila recaudó más de 82.000 euros en su colecta del año pasado.