Saúl, enfermero abulense voluntario en Valencia: "En medio de toda esta catástrofe, también allí estaba Dios"

Movidos por las ganas de ayudar, Saúl junto a un grupo de amigos, decidieron el fin de semana pasado poner rumbo a Valencia para prestar sus manos y conocimientos allí donde les necesitasen. 

Fue en el pueblo de Aldaya. Allí realizaron llamadas a través de un listado telefónico que les proporcionó el centro médico a, sobre todo, las personas más mayores para preguntarles qué necesitaban: medicamentos, comida, retirar agua, curas... Cada llamada, cuenta Saúl era una historia distinta, muchas de ellas muy duras. 

Dice Saúl que son muchos los voluntarios no sólo de España, sino de todo el mundo con los que ha echado una mano tanto a labores sanitarias como a achicar agua de garajes. Un trabajo duro con personas que, a priori no conoces de nada, pero con las que las ganas de ayudar terminas uniéndote.

Una de las experiencias que señala Saúl, ha sido de las más especiales de estos días de voluntariado, ha sido la de poder compartir la primera misa celebrada en Aldaya tras la tragedia. Una Eucaristía llena de gente de la que detrás de los rostros de cansancio y del dolor por la pérdida tanto material y humana, se veía la esperanza y el sentimiento de compartir todos juntos la oración. 

Para Saúl y sus amigos ha sido una experiencia bonita a la par que dura, pero de la que afirma, volvería a repetir. Se sienten muy satisfechos por la  amabilidad con la que les han tratado y de la que va a guardar siempre un gran recuerdo. No deja el enfermero abulense de tener palabras de gratitud para Amparo y Paco, el matrimonio de Aldaya que les abrió las puertas de su casa y que les ha acogido como a hijos durante este fin de semana. 

¡Escucha la entrevista completa y conoce su testimonio!