entrevista
Un paseo por el Cementerio de Ávila: Recorrido por su historia, arquitectura y personalidades que descansan en él
De la mano del arquitecto abulense, Miguel Encinar
Ávila - Publicado el - Actualizado
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Los cementerios de las ciudades pueden decir mucho de su historia. De hecho en muchos lugares son incluso punto turístico de interés.
¿Sabías que originalmente el cementerio de Ávila estaba junto a la ermita de Santa María de la Cabeza? Fue incluso lugar de inspiración para poetas como Gustavo Adolfo Bécquer, que a su paso por la ciudad lo reflejó en algunos de sus versos más conocidos. Nos lo ha contado en COPE Ávila, el arquitecto, Miguel Encinar.
Explica el arquitecto abulense, que fue ya a finales del siglo XIX cuando “por una cuestión de salubridad”, se buscó una nueva ubicación para el Campo Santo en las afueras de la ciudad y se eligió el camino a Mingorría. Allí se construyó el actual cementerio de Ávila en el año 1890.
Miguel Encinar, que nos ha llevado a hacer un recorrido por este lugar a través de las ondas, explica que el Cementerio abulense “tiene una colección de arquitectura muy interesante de ese primer periodo. Un momento de la historia del que apenas hay muestras de esa arquitectura en la ciudad, pero si en su Campo Santo”.
Destacan capillas y panteones neogóticos y modernistas de renombrados arquitectos de la época “que brillaron también a nivel nacional”, como Isidro Benito, artífice del modernismo abulense, pero también otros como José Ángel Fraile o Enrique María Repullés.
Cuenta Miguel Encinar que muchas de estas construcciones se encuentran en la calle central de cementerio, un recorrido por ella nos lleva a saber cuáles fueron las familias más influyentes de la ciudad.
Además del mausoleo del director de la Academia de Intendencia, Julián Vallespín, destacan otras construcciones como las capillas funerarias que hizo Isidro de Benito para la familia Juan Sánchez Monje nada más entrar en el cementerio y de las que dice Miguel Encinar que son “como una pequeña catedral en miniatura”.
También de Isidro de Benito, cabe señalar el panteón de la familia Ramón de la Vega, “una arquitectura más evolucionada” donde, como relata Encinar, “destaca la vegetación tallada en piedra de granito”.
Junto a la arquitectura de los cementerios, también dice mucho sobre la historia de las ciudades quienes están enterrado en ellos. Además de familias influyentes, nobles y banqueros, en el Campo Santo de Ávila se encuentran los sepulcros, lápidas y monumentos funerarios de las familias de personalidades tan conocidas como el filósofo, José Luis Aranguren; el pintor italiano Guido Caprotti; el novelista, Jorge Luis de Santayana; el historiador Claudio Sánchez Albornoz o el ya mencionado Julián Vallespín, entre otras muchas figuras destacadas.
Siempre desde “el enorme respeto” a este lugar Santo, el arquitecto abulense invita a esta visita al Cementerio de Ávila, para profundizar en el valor cultural, arquitectónico e histórico de este punto de la ciudad.