Aumentan las declaraciones de la renta que marcan la casilla de la Iglesia en Burgos
La burgalesa es la quinta provincia del país donde más casillas a favor de la Iglesia se asignan. El año pasado, 90.210 declaraciones secundaron esta opción, el 44,71% del total
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Iglesia en Burgos está de enhorabuena. El pasado año, 90.210 declaraciones de la Renta sellaron en Burgos la casilla a favor de la Iglesia Católica. Son 250 declaraciones más que el año precedente, por lo que se rompe así la tendencia descendente de los dos años previos. El 44,71% del total de contribuyentes en la provincia marca esta casilla de libre designación, 13,42 puntos por encima de la media nacional, que se sitúa en el 31,29% (41,70% en Castilla y León, con 2.083 declaraciones más que el año previo). Burgos es la quinta delegación de Hacienda donde más se marca la casilla, por detrás de Ciudad Real (51,62%), Jaén (47,35), Badajoz (46,03) y Ávila (45,29%).
Atendiendo a las declaraciones que se realizan de forma conjunta, la cifra revela que numerosos burgaleses respaldan con este gesto la labor que realiza la Iglesia católica en la provincia. En el último ejercicio, los burgaleses aportaron a la Iglesia 2.978.474 euros (274.288 más que el año anterior), si bien la archidiócesis acabó recibiendo 5.265.802 euros, procedentes del conjunto de la población española a través del fondo de sustentación que distribuye la Conferencia Episcopal.
Como explica la responsable de la economía diocesana, María de la O Rilova, los datos reflejan que «numerosos burgaleses respaldan el trabajo que realiza la Iglesia católica en la provincia» en un ejercicio que califica de «democracia fiscal», al ser los propios contribuyentes los que deciden dónde quieren destinar parte de sus impuestos. Aunque en el último ejercicio el porcentaje de declaraciones que marcaron la casilla de la Iglesia en la declaración fue un 0,40% menor que en 2021, se han incrementado tanto el número de declaraciones como el dinero asignado.
Los datos también reflejan que el 12,81% de los contribuyentes en Burgos marca exclusivamente la casilla de la Iglesia mientras que el 31,70% marca sólo la casilla de fines sociales (las dos conjuntas responden al 31,9% del total). Junto a ello, hay un 23,59% de contribuyentes que no marca ninguna de las dos casillas de libre designación, haciendo que 929.651 euros de sus impuestos no vayan destinados a ninguna de las dos opciones.
Marcar las dos casillas
Ante estos datos, y avanzada ya la campaña de la Declaración de la Renta, Cáritas y la archidiócesis de Burgos invitan a los burgaleses a marcar conjuntamente las casillas de la Iglesia Católica (105) y de Fines Sociales (106) en la Asignación Tributaria. De esta manera, el contribuyente puede multiplicar su solidaridad al aportar el 1,4% de sus impuestos tanto al sostenimiento de la Iglesia como a los fines sociales. Con esta opción, «sin pagar más y sin que te devuelvan menos», se estarán apoyando decenas de proyectos de atención a personas en situación de pobreza y exclusión, y, al mismo tiempo, la importante labor pastoral y litúrgica que lleva a cabo la Iglesia católica.
Según ha explicado Laura de la Peña, del programa del empleo de Cáritas Burgos, esta institución diocesana recibió el año pasado, gracias a la x de Fines Sociales, 424.684,03 euros, sumando lo aportado del IRPF autonómico (246.038,03), del estatal (30.000) y lo que entregado por la propia Conferencia Episcopal Española (148.646).
Una importante suma de dinero con los que financia numerosos de sus proyectos, como los relativos al área de empleo, acogida, Ain Karem, asesoría jurídica, infancia y adolescencia, drogodependientes, personas sin hogar, economato y derecho a la alimentación y el área de voluntariado y sensibilización.
Su programa de empleo (financiado con 20.000 euros procedente de la casilla de fines sociales), atendió en 2022 a más de 2.000 familias con casi 23.000 intervenciones. A través de 11 técnicos y 117 voluntarios, ofrecen orientación, formación e intermediación a personas vulnerables (mayores de 45 años, jóvenes sin estudios, mujeres solas, personas con discapacidad y migrantes). 900 alumnos participaron en algunos de sus 46 cursos de capacitación, logrando 1.138 inserciones laborales (el 80% de los usuarios ha acabado accediendo al mercado laboral).