Capitanía recuerda el ‘Desastre de Annual’ y el protectorado español como parte de la exposición ‘Burgos,1921'

La muestra, que puede verse en el Palacio de Capitanía de Burgos capital, incluye armas, diversos elementos y pertrechos de los combatientes españoles y rifeños

Burgos, 1921. Capitanía

Redacción COPE Burgos

Burgos - Publicado el - Actualizado

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El Palacio de Capitanía muestra en su zaguán diversas armas, vestimentas, documentos y elementos curiosos que rememoran el protectorado español de Marruecos y el denominado ‘Desastre de Annual’, que tuvo lugar el 22 de julio de 1921, justo un día después de la conmemoración del VII Centenario de la Catedral de Burgos, a la que acudieron los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia.

Alrededor de una veintena de piezas, muchas de ellas cedidas por el Instituto de Historia y Cultura Militar, evocan el papel desempeñado por el Ejército en esa época bajo el título ‘Los burgaleses en la campaña de Melilla. 1921’, que forma parte de la exposición ‘Burgos, 1921: cuando la Catedral celebró sus 700 años’.

Durante los días en que la Seo se vestía de gala y festejaba su aniversario, los militares españoles se enfrentaban a un conflicto bélico en el norte de África. En el ‘Desastre de Annual’ perdieron su vida numerosos soldados de reemplazo a manos de los rifeños sublevados. Entre ellos, muchos burgaleses destacados en el protectorado español en Marruecos, cumpliendo su servicio militar obligatorio.

Este espacio se inauguró hoy de forma oficial, con la presencia del general jefe de la División San Marcial, Juan Carlos González Díez, y el vicepresidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021, Antonio Méndez Pozo, entidad que organiza esta exposición para recordar cómo era la sociedad burgalesa hace un siglo.

En este contexto, Méndez destacó al Ejército como “parte activa” de la sociedad española, en general, y la burgalesa, en particular, al tiempo que adelantó la idea de seguir cooperando con las Fuerzas Armadas y realizar, así, un concierto en el templete del Espolón con la banda militar en verano.

La exposición de Capitanía “invita a detenernos en la realidad del Ejército hace exactamente un año”, subrayó el general González Díez, en su primera intervención pública como representante del Ejército de Tierra en Castilla y León. El acceso es gratuito y se podrá ver hasta el 2 de mayo, de lunes a viernes de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas, y los sábados solo por las mañanas.

Entre las armas, se pueden encontrar varios fusiles Mauser, una espingarda con sistema de chispa usada por los soldados españoles en el siglo XV y más tarde por los habitantes del norte de África, y un mosquetón Mauser, que fue el primer modelo de este tipo, entre fusil y carabina, que entró en servicio en España.

Asimismo, destaca una ametralladora Colt-Browning, capaz de realizar hasta 600 disparos por minuto, ideal para ambientes en los que escaseaba el agua, y que se ganó el apodo de ‘la cosechadora de patatas’, ya que al situarla cerca del suelo, golpeaba el terreno como si estuviera cavando en él.

Un heliógrafo, un petroglifo, el bombo para el sorteo de reclutas...

En el zaguán del Palacio de Capitanía se puede contemplar un heliógrafo, capaz de enviar sus destellos hasta 50 kilómetros de distancia, y que fue usado para las comunicaciones militares en los conflictos de Cuba, Filipinas y Marruecos. El bombo que decidía qué jóvenes, a partir de los 20 años, debían alistarse o un petroglifo, que los militares españoles emplearon para ornamentar la entrada de los cuarteles en el Rif, son varias de las piezas más curiosas que el visitante puede descubrir.

Bombo sorteo mili

Asimismo, están expuestas una chilaba parda o capote manta, en este caso de un oficial, que era la prenda invernal del Ejército español, y el uniforme de gala que vistió la infantería española desde el reinado de Isabel II. Además, se puede apreciar un cuadro del pintor oficial en el Marruecos español, Mariano Bertuchi, y la carta testamentaria que escribió en lápiz el cabo Gabriel Sainz García, natural de Villarcayo, para despedirse de su padre y que se halló entre las ruinas de un horno de cal en Monte Arruit.

Exposición Capitanía