Cáritas aumenta sus intervenciones un 14% en el año de la pandemia

Más de 6.600 familias se han beneficiado el año pasado de las ayudas de la entidad, que certifica un «aumento en la intensidad de los acompañamientos y en los apoyos»

ctv-es3-caritas-intervenciones-pandemia 4

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La crisis sanitaria y social provocada por la pandemia ha evidenciado que, en nuestra sociedad, «mucha gente vive la vulnerabilidad de manera permanente». De hecho, la economía sumergida y la destrucción de numerosos puestos de trabajo vinculados al sector servicios ha hecho que la intensidad de los acompañamientos y apoyos que lleva a cabo Cáritas Burgos haya aumentado en torno a un 14%, una cifra que se incrementará, según prevé la entidad, a medida que pasen los meses y el colchón económico de algunas familias deje de existir, tal como ha indicado la coordinadora de acción social de la entidad, María Gutiérrez.

Si bien es cierto que se mantiene el número de familias atendidas respecto a años precedentes (6.642), las intervenciones sí han aumentado respecto a 2019 (con 86.921), beneficiando a casi 10.000 personas. Han sido las ayudas en especie y los adelantos de ayudas de la administración las partidas que más se han incrementado en el año de la pandemia, donde el 60% de los hogares atendidos carecen de ingresos o tienen menores a su cargo.

«La caridad no cierra»

El programa de Acogida, la puerta de entrada a la entidad y que se realiza generalmente a través de las parroquias, aumentó un 23% sus intervenciones, siendo las trabas de acceso al ingreso mínimo vital y a la renta garantizada de ciudadanía los problemas más demandados. De hecho, uno de cada cinco usuarios de Cáritas acudió solicitando su ayuda por primera vez el año pasado.

La pandemia ha obligado a Cáritas a reestructurar el modo de acompañar a sus participantes y usuarios, modificando espacios y adaptando horarios. En el programa de Infancia (en el que han acompañado a 1.000 menores) han constatado cómo la brecha digital se ha agudizado, mientras que en su programa de Empleo han logrado un 24% menos de inserciones laborales que el año precedente, aunque han podido impartir todos sus cursos de formación.

El programa de Personas sin hogar aumentó su intensidad de trabajo con el traslado del albergue al Seminario de San José, aunque las restricciones de movilidad han hecho que el número de usuarios de este programa haya sido menor que en otras ocasiones.

Para Jorge Simón, director de la entidad, ha sido vital que en el año de la pandemia hayan funcionado todos sus programas, en los que se han invertido 3.394.782,84 euros, siendo su fuente de ingresos mayoritaria los donativos (el 64,72% frente al 35,28% de financiación pública). «Hemos posibilitado que la caridad no cerrara en el año de la pandemia y necesitamos seguir mejorando en la prestación de nuestros servicios». Por ello, junto a la necesidad de adecuar y condicionar algunas de sus instalaciones, Simón ha recordado que Cáritas seguirá realizando su trabajo de asistencia y promoción de la persona, denunciar las injusticias que provocan exclusión o pobreza o promocionar el empleo digno, entre otras cosas. Todo ello, ha subrayado, gracias al trabajo de voluntarios, donantes y socios que posibilitan la labor que realiza Cáritas en toda la provincia.

«Aplauso a la cercanía»

Ha sido la primera vez que el arzobispo, don Mario Iceta, participa en los actos de presentación de la memoria anual de Cáritas. Según ha declarado, las cifras «ayudan a mirar al pasado, pero también a proyectar el futuro». Y es que, como ha indicado, «la misión y la tarea de Cáritas es despertarnos para orientar nuestros esfuerzos, para vivir mejor el evangelio, para ser más audaces en la misión, para vivir el mandamiento del amor». A su vez, ha agradecido «a quienes sostienen y hacen posible este empeño compartido» y a los voluntarios, técnicos, socios y donantes que ponen «su vida y corazón en esta hermosa misión».