Un mural del dúo francés MonkeyBird conmemora los 800 años de la Catedral de Burgos

La obra, titulada Mímesis, seres y lugares busca rendir tributo a las comunidades de artesanos y constructores que participaron en la edificación del templo burgalés

Presentación del proyecto mural 'Mímesis, seres y lugares', que está pintando el dúo francés MonkeyBird.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Los artistas franceses Edouard Egea y Louis Boidron, componentes del dúo MOnkeyBird, trabajan desde hace tres días en un mural de carácter monumental situado en la calle Fernán González 52, enfrente de la Catedral de Burgos, para conmemorar los 800 años que el templo cumplirá el próximo 20 de julio. La obra se titula ‘Mímesis, seres y lugares’, y se prevé que esté finalizada el próximo lunes 7 de junio.

A través de este mural los artistas galos quieren rendir tributo a las comunidades de artesanos y constructores que participaron en la edificación del templo burgalés. Esta iniciativa se suma a los actos de conmemoración del VIII Centenario de la seo organizados por la Fundación VIII Centenario de la Catedra. Burgos 2021. Esta propuesta está comisariada por StaRTer Proyectos Culturales y cuenta con la colaboración de la Alianza Francesa de Burgos y la embajada de Francia en España.

La presentación oficial de esta obra tuvo lugar hoy, y contó con la asistencia del vicepresidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021, el deán de la Catedral, Vicente Rebollo, los comisarios de la intervención artística, Estela Rojo y Regue Fernández Mateos; el presidente de la Alianza Francesa de Burgos, Fernando Mayoral, así como los artistas de MonkeyBird. Además, el acto contó con la participación de representantes de la Diputación Provincial y de la corporación municipal.

El vicepresidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021, Antonio Méndez Pozo, elogió el trabajo realizado por el dúo francés, afirmando estar emocionado por la obra, y poniendo en valor cómo el arte contemporáneo ha encajado “perfectamente” con el arte de la seo burgalesa. “Hay que poner cosas de este siglo y cada siglo requiere sus artistas”.

De esta forma destacó la importancia de este mural, que viene a “completar” una de las aspiraciones que tenían tanto la Fundación como el Cabildo, y es rendir un homenaje al templo que próximamente celebrará sus ochocientos años. Palabras a las que se unió el deán de la Catedral, Vicente Rebollo, que puso en valor la “buena conjunción” entre arte moderno y arte clásico, aunque señaló que en su opinión la Catedral es un “edificio vivo que se sigue construyendo”, por lo que es también arte moderno que nació en 1221.

Por medio de esta obra, MonkeyBird busca acercarse a la centenaria arquitectura trasladando todo un universo de símbolos del interior al exterior, de forma que en el mural puede verse representado al ángel custodio, como protector del pueblo y símbolo de buena suerte, bajo la apariencia de una garza real, que se muestra como un símbolo de luz y renacimiento.

Esta figura está flaqueada por otros dos ángeles, cuyos modelos originales se encuentran en la parte alta del templo. Tal y como explican los artistas, las pequeñas aves representadas en la obra aluden al papamoscas cerrojillo, que habitualmente anidan en las cavidades de la piedra, “haciendo un guiño al famoso autómata presente en el edificio”.

Unión Francia y Burgos

Por su parte, Fernando Mayoral, explicó que la misión de la Alianza Francesa es precisamente promocionar la cultura francesa, y este mural es un ejemplo de ello. “Sentimos que Francia y Burgos están muy unidas”, dijo, haciendo referencia no solo a la Catedral sino también al Camino de Santiago.

De hecho, era precisamente unir estos dos Patrimonios de la Humanidad el reto con este proyecto, tal y como explicó la comisaria de la obra, Estela Rojo. “El reto era hacer un mural que se encontrase en un lugar estratégico entre dos Patrimonios de la Humanidad, un retablo humano lleno de detalles”, indicó.

Desde StaRTer Proyecto Culturales explicaron que conocieron el trabajo de MonkeyBird durante un viaje y les pareció perfecto, porque logra “materializar en el muro una idea compleja, que tiene que ver con lo medieval”, y logra transformarlo en un “retablo humano”.

Por su parte, los artistas agradecieron la posibilidad de trabajar en un entorno “tan maravilloso” como este, y explicaron que su trabajo consiste en crear fábulas contemporáneas inspiradas en el patrimonio y la naturaleza, por ello este mural encajaba en su filosofía de trabajo. De hecho, su técnica de trabajo busca también evocar el trabajo de los artesanos y antiguos oficios a los que también rinden homenaje con esta obra. “Una vez esté terminado permanecerá en la ciudad, integrado dentro de su patrimonio”, añadieron.