Lo que no puedes perderte de la Semana Santa de Burgos

La Semana Santa de la capital burgalesa está declarada de Interés Turístico Nacional desde 2013, con la catedral como epicentro, lo que eclipsa en parte buena parte de las celebraciones que se realizan en otros puntos de la provincia, que tienen también un indudable valor histórico y etnográfico.

Seguramente tiene mucho que ver con que buena parte de esas tradiciones ligadas a la Semana Santa tuvieran un momento de riesgo, incluso de desaparición durante décadas, cuando comenzó el proceso de emigración de los pueblos a partir de mediados del siglo XX.

La suelta del preso

En la capital burgalesa, uno de los momentos más esperados es la Procesión del Santo Entierro.

La Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad se atribuye ser la primera de España en disponer de este privilegio, y no Málaga como afirma la creencia popular.

Su origen se remonta al reinado de Juan II de Castilla, padre de Isabel la Católica, quien promulgó en el año 1447 la Ley del Perdón del Viernes Santo de la Cruz.

Los reyes eran los encargados inicialmente de otorgar este indulto, que ahora recae en el Ministerio de Justicia, que este año todavía no se ha pronunciado respecto a la terna de presos propuesta por la cofradía.

Desde 2016 no se ha concedido ninguno de los indultos solicitados por la cofradía.

El Viernes Santo desde la catedral

La Junta de Semana Santa quiere que la salida de la procesión del Viernes Santo desde el interior de la catedral sea un sello distintivo de la Procesión del Santo Entierro de la capital burgalesa, según el prior de Semana Santa, Luis María Isasi. Fue una novedad que se introdujo el año pasado y se repetirá, dada la buena acogida que tuvo entre el público y las 16 cofradías.

El Vía Crucis del Castillo

El Parque del Castillo está íntimamente ligado a la historia de Burgos, desde la fundación de la ciudad hasta la Guerra de la Independencia y la voladura de su castillo, que reventó las vidrieras de la Catedral.

Este Sábado Santo, en lugar de la habitual Cruz con Sudario, el Vía Crucis procesionará por primera vez una cruz que Juan Pablo II regaló a los jóvenes, que llevarán a cuestas esta estructura de madera de 2,5 metros de altura.

Los cantos

Además de las procesiones, la Semana Santa de Burgos tiene momentos en algunas localidades cuyo origen se pierde en la historia.

Un ejemplo son Los Sayones de Roa, en la Ribera del Duero, unos cantos de origen medieval que rompen el silencio de la procesión del Viernes Santo.

Se trata de 154 versos, cantados por los vecinos, que narran la pasión y muerte de Jesús de Nazaret, cuyo origen parece encontrarse en la Edad Media.

Suelen concitar también un buen número de visitantes los oficios litúrgicos de canto gregoriano en el monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos.

La Bajada del Ángel, un origen incierto

Los historiadores no se ponen de acuerdo en el origen de la Bajada del Ángel, una procesión del Domingo de Resurrección que Aranda de Duero comparte con localidades como Peñafiel (Valladolid) o Tudela (Navarra).

Un niño se descuelga desde un globo colgado a varios metros sobre la imagen de la Virgen, a la que le quita el velo de luto.

Las pasiones vivientes

La tradición de las pasiones vivientes está muy extendida en España, aunque en Burgos hay dos que cuentan con un especial atractivo.

Por una parte, la de Lerma, donde participan unos 200 vecinos y, por otra, la de Covarrubias, una villa declarada Bien de Interés Cultural como Conjunto Histórico medieval.

Su diferencia con otras procesiones de este tipo es que no son los pasos los que se mueven.

Son una docena de escenas estáticas repartidas por la localidad y son los asistentes a la procesión los que se desplazan para visitarlas.