Santos, el padre de una niña de 5 años con leucemia que tuvo que dejarlo todo y venir a vivir a Burgos

Este padre de familia de Aranda de Duero tuvo que dejar el trabajo para que su hija pudiera ser atendida en el Hospital Universitario de Burgos

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Santos Barriuso es el padre de Garazi, una niña de 5 años a la que diagnosticaron cáncer de leucemia en mitad de la pandemia. Es una familia de Aranda de Duero que se ha tenido que trasladar a la capital burgalesa para puedan hacer un mejor seguimiento a su hija.

Están alojados en el piso de acogida que la Asociación Española Contra el Cáncer de Burgos tiene cerca del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) para cubrir estas demandas de los pacientes, como son intervenciones, tratamientos, consultas, etc.

Santos ha pasado este 4 de febrero, Día Mundial Contra el Cáncer, por los micrófonos de COPE Burgos. Ha comenzado reconociendo el “jarro de agua fría” que les supuso la noticia de que su hija tenía cáncer. Aún así, este arandino ha demostrado un optimismo desbordante. “El pronóstico y el diagnóstico han sido buenos, dentro de lo que cabe, y ahí vamos, poco a poco. Es muy largo, muy pesado, pero las expectativas son muy buenas”, asegura.

Cuando la vida “te da un giro de 180 grados en una décima de segundo” la labor de los ángeles de la guarda es más importante que nunca. Es ahí cuando aparece Alba García, trabajadora social de la Asociación Española Contra el Cáncer de Burgos, que se ha preocupado de ofrecer gratuitamente un piso de acogida al lado del hospital para que el trastorno sea el mínimo posible, pese a que este hombre haya tenido que abandonar su casa y su trabajo por el bien de su hija. “Casos como el de Santos es nuestro pan de cada día. En 2020 hemos dado pisos de acogida a 27 familias que tuvieron que venir a Burgos para cualquier tratamiento oncológico”, señala Alba.

Son detalles que no se pueden olvidar. “Imagínate que llegas al hospital con un diagnóstico como este que va para muy largo tiempo y que, sin pedirlo, una persona como en este caso Alba te entrega las llaves de un piso libre de gastos en todos los aspectos, incluso hasta la limpieza y del que tardo 5 minutos andando al hospital. Es como que se te abre el cielo”, agradece Santos.

El piso de acogida es solo un ejemplo de los innumerables servicios que presta la AECC de Burgos pero, sin duda, el más de importante es el asesoramiento sobre el cáncer para todos aquellos que reciben esta desagradable noticia y a quienes la tristeza y la incertidumbre les asola.

Es por ello, que Santos hace un llamamiento a todos los burgaleses. “Cuando veamos una persona con el chaleco verde de la AECC dando información sobre el cáncer que la gente se dé cuenta que no te están pidiendo por pedir, que es una ayuda real, súper necesaria y si no fuera por ellos no había nada que hacer”, sentencia Barriuso. Y es días como este demuestran que hay mucho más que covid-19.