Tudanca, el burgalés de Gamonal al que se le escapa de nuevo el sueño del cambio
Reconoce que no era la noche que esperaban los socialistas y ha dicho haberse "vaciado" y haber dado "absolutamente todo" por Castilla y León, aunque no ha sido suficiente
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Luis Tudanca (25 de mayo de 1978) sabe por experiencia propia lo que es ser un rey sin corona; privado de la Presidencia de la Junta por el pacto entre PP y Cs en 2019, el burgalés del barrio popular de Gamonal ha tenido siempre presente el sueño de lograr el cambio en la Comunidad.
Tras las elecciones de este fin de semana ese sueño de nuevo se le escapa de las manos.
Con los resultados cosechados este domingo, el PP ha apeado al PSOE como la fuerza más votada en Castilla y León, y ha relegado a los socialistas a ser la segunda fuerza en la Comunidad, con la pérdida de siete procuradores mediante, que han puesto en peligro la continuidad de Tudanca al frente de la formación.
"Otros vendrán que harán más y lograrán que el cambio llegue a esta tierra, porque esta tierra lo merece", ha expresado tras conocer los resultados, sin despejar nada más de su futuro.
Tudanca ha reconocido que no era la noche que esperaban los socialistas y ha dicho haberse "vaciado" y haber dado "absolutamente todo" por Castilla y León, aunque no ha sido suficiente.
Político por vocación y socialista por convicción, a Luis Tudanca nunca se le han caído los anillos por reconocer sus orígenes laborales como pizzero, que luego completó con una experiencia en el extranjero para perfeccionar su inglés.
Diputado electo por la provincia de Burgos en los comicios Generales de 2011, el verano del 2014 decidió volver sobre sus pasos y presentó su candidatura para liderar el PSOE de Castilla y León, para ser luego el aspirante de los socialistas a la Presidencia de la Junta en las elecciones autonómicas del 2015, cuando el PSOE obtuvo 25 procuradores.
Sin embargo, el gran hito de Luis Tudanca llegó en los comicios de mayo de 2019, cuando el PSOE ganó las elecciones en Castilla y León y obtuvo 35 procuradores frente a los 29 del PP y los 13 de Cs, que a la postre acabaron conformando un pacto de gobierno que los socialistas siempre han tildado de la "rapiña".
Siempre con el ejemplo político de Demetrio Madrid, el primer y único presidente socialista electo de Castilla y León, Tudanca no dio la batalla por perdida a pesar de que el pacto entre PP y Cs le situaba, otra legislatura, en la oposición, desde donde ha impulsado medidas como el pacto por la recuperación de la pandemia, suscrito en verano de 2020 por la mayoría de fuerzas autonómicas.
En la campaña de 2019 no hubo un solo acto electoral en el que el socialista no mencionara que el PSOE "tocaba con la punta de los dedos" la Presidencia de la Junta, una licencia que se ha ahorrado en esta campaña de 2022, consciente en esta ocasión de que ser la primera fuerza política no es sinónimo de gobernar Castilla y León.
Es por ello que el socialista ha jugado la baza en esta campaña del miedo a un pacto entre PP y Vox, que tras los comicios está más cerca, que implicaría según los socialistas, retrocesos sociales en materia de derechos de las mujeres y lucha contra la violencia de género.
De él dicen sus más cercanos que es una persona "normal", de "mirada limpia y palabra". Unos atributos que ahora tendrá que poner en valor en una nueva legislatura en la oposición si finalmente cierra la puerta a una salida precipitada del partido que este domingo ha dejado más que entreabierta.