La amenaza que ha puesto en riesgo la vendimia en la Ribera del Duero

La Denominación de Origen Ribera del Duero se ha sumergido de lleno en la vendimia de 2024 en una campaña que, inicialmente, se aventuraba complicada ante la amenaza de precipitaciones y que, sin embargo, está discurriendo con normalidad hasta ahora.

Aunque fue el pasado 28 de agosto la fecha en que la primera bodega notificó el comienzo de la recepción de uva, no ha sido hasta la semana pasada y en los últimos días que la cifra de elaboradoras abiertas se ha multiplicado hasta alcanzar, prácticamente, la totalidad de las mismas.

"Tuvimos unos días de agua, que la semana pasada fue menos de lo que se esperaba, pero sí que tuvimos precipitaciones. Daban también algo de agua para hoy, y al final se está relajando un poquito la cosa porque el agua no aparece y la vendimia se está desarrollando con normalidad", ha explicado a la Agencia EFE Alberto Tobes, director de Experimentación del ente gestor ribereño.

Según los datos aportados por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen, a día de hoy son 264 las instalaciones abiertas mientras que 18 ya han dado por concluida la recepción de uva y han cerrado sus tolvas. Cifras que se acercan a las poco más de 300 elaboradoras inscritas en esta zona de calidad vitivinícola.

Respecto a la cantidad de uva recogida, se han alcanzado los 50,5 millones de kilos en un año que podría cerrarse con una de las cosechas más cortas de las últimas temporadas debido, sobre todo, a los daños ocasionados por las inclemencias meteorológicas registradas.

Aunque el Consejo Regulador se mantiene firme en su postura de no pronunciarse sobre estimaciones de producción, el sindicato agrario Asaja sí que se ha manifestado al respecto, asegurando en una nota de prensa que este año podría quedarse en 60 millones de kilos de uva, prácticamente la mitad de lo recogido en 2023, cuando se superaron los 117 millones.

superado el temor a enfermedades

En cualquier caso, todos coinciden en que el fruto está entrando en la bodega con unos niveles excepcionales de calidad y sanidad, y el temor por la aparición de enfermedades fúngicas, especialmente botrytis, ha quedado superado.

"El fruto está bien. Hubo un riesgo de botrytis cinerea o podredumbre gris, que ataca al viñedo de manera seria. Pero parece que eso se paró, dejó de llover, dejó de haber tanto agua, tanta niebla y precisamente por eso no se ha expandido", ha recalcado Tobes.

A tenor de todo esto, y siempre que el tiempo permanezca seco, aunque para mañana se anuncian precipitaciones, todo apunta a que en los próximos diez días se lleve a cabo el grueso de la recolección y para el día del Pilar se estén dado los últimos coletazos a las vendimias.

"De aquí a 10 días podemos estar hablando de que está rematándose la vendimia y confiamos en poder decir que todo ha ido más o menos bien", ha concluido el responsable de Experimentación ribereño.