Así fue el verano en Burgos que cambió la vida de Federico García Lorca
En 1917, el poeta y dramaturgo pasó un verano entero en la ciudad burgalesa e, impulsado por su profesor Martín Domínguez Berrueta, desarrolló su talento como escritor y dejó atrás su vocación de músico

Imagen de Martín Domínguez Berrueta on sus alumnos de Granada
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Federico García Lorca es hoy reconocido como uno de los grandes poetas de nuestra historia. Sin embargo, pocos saben que su vocación era ser músico y que fue una estancia en Burgos y la enorme motivación de su profesor Martín Domínguez Berrueta lo que propició que el granadino dejase de lado su carrera en la música y se centrase en ser escritor.
La catedrática de la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes y experta en el poeta, María Jesús Jabato, explica que 1917 fue un año clave para Federico García Lorca. Por aquel entonces, estudiaba Derecho y Literatura en la Universidad de Granada, donde conoció al que sería su profesor de Historia de la Literatura y del Arte, Martín Domínguez Berrueta.
Este último era natural de Salamanca, pero tenía fuertes vínculos con Burgos, ya que su madre vivía allí, al igual que su tío materno, canónigo de la catedral y secretario del por aquel entonces arzobispo de Burgos. Domínguez Berrueta viajaba a Burgos todos los veranos, y además se declaraba un “enamorado de la Catedral”, tal y como recuerda la catedrática, informa Ical.

García Lorca a la puerta de la Cartuja de Miraflores
De él parte la idea de que sus alumnos realizasen unas rutas literarias por la zona de Castilla y con una última parada en su amada Burgos. Lorca también se sumó a estos viajes, y aunque la primera vez que visitó la capital burgalesa fue en 1916, la visita más importante tuvo lugar al año siguiente, ya que pasó el verano de 1917 en la ciudad.
A diferencia de sus compañeros, que tras el viaje con su profesor tuvieron que regresar a Granada, Federico pudo quedarse varias semanas en tierras castellanas. Allí también se quedó Domínguez Berrueta, el cual destaca como “una de las personas que más influyó en la vocación literaria de Lorca”, explica Jabato.
Gran capacidad para la escritura
“Fue la primera persona en darse cuenta de que Federico podía ser escritor”, explica Jabato, que señala que fue este profesor el encargado de hablar con el director de Diario de Burgos para que el joven poeta pudiese escribir una serie de artículos en este periódico y así demostrar su capacidad para la escritura. “Escribe un total de cinco artículos en agosto de 1917”, indica la catedrática.

García Lorca a la puerta de la Cartuja de Miraflores
Lo que Lorca descubrió en Burgos
Durante el tiempo que está residiendo en la ciudad, Lorca aprovecha para realizar diferentes visitas culturales, y conoce de primera mano lugares tan emblemáticos como la Catedral de Burgos, la Cartuja de Miraflores, o el Monasterio de las Huelgas, y de todos ellos escribe una serie de textos para los ejercicios que les enviaba su profesor. Todos ellos, luego, pasaron a formar parte de su libro ‘Impresiones y Paisajes’, el primero que escribe y publica en prosa.
Estos escritos cultivan la faceta artística del dramaturgo y poeta, aunque también lo hacen los artículos que se pueden leer durante el mes de agosto en el periódico de la ciudad. En ellos escribe acerca de los sepulcros de la Catedral, de San Pedro Cardeña, sobre las monjas de Las Huelgas, las reglas de la música, e incluso sobre el Mesón de Castilla. Este último se publica el 20 de agosto de 1917. Todos ellos aparecen después en su libro ‘Caminatas por la España vieja’.
“En Burgos, Federico García Lorca comenzó a escribir, publicó por primera vez algo serio en un periódico y se formó como escritor”, apostilla Jabato, aunque matiza que estos primeros escritos son en prosa, y posteriormente el autor se decantaría más por los textos en verso. La Catedral le impresionó considerablemente, ya que siempre hablaba de las “torres de aire y plata”, las cuales “le emocionaban, le llenaban y le hacían escribir”, añade.
En este punto, la catedrática destaca especialmente la figura de Domínguez Berrueta, y el importante papel que jugó en el Federico García Lorca que conocemos hoy en día. “Es un hombre que ha estado olvidado. Yo hice mi tesis doctoral sobre él porque entendí que era una figura, una luz en la sombra de Federico García Lorca”, apunta. “Él le descubrió, y aunque dice que no era su alumno favorito, sí que era uno de los más importantes”, agrega.
Burgos cautivó a García Lorca e inspiró la vena literaria que poco después le hizo famoso. Hoy, es un autor que despierta todo tipo de pasiones, aunque tal y como señala Jabato, se debe leer a Lorca “en el momento en el que fue escrito”. “Hay que entenderlo dentro del contexto político, social y humano en el que se estaba produciendo el hecho. Si se lee bien y se entiende cuál es su obra, es una maravilla autor”, concluye.