El Ayuntamiento de Burgos facilita a la UBU el uso de terrenos en el entorno del campus de San Amaro
Con la firma llevada a cabo ahora, se facilita la inscripción correcta de las parcelas, con el objetivo de que la Universidad de Burgos pueda hacer uso de las mismas
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El alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, y el rector de la Universidad de Burgos (UBU), Manuel Pérez Mateos, han firmado este miércoles un acuerdo de colaboración sobre el uso de diferentes parcelas situadas en el entorno del campus de San Amaro.
De la Rosa ha explicado que este acuerdo se enmarca en una idea compartida entre el equipo de Gobierno y la Institución académica para ir ampliando los usos universitarios en la ciudad, para convertirla en un referente para estudiantes a nivel nacional e internacional.
El germen de este convenio se encuentra en 2008, cuando no se llega a materializar un primer acuerdo por una discrepancia entre el catastro y el registro de la propiedad, a efectos de la suscripción y escrituración de estos terrenos.
Con la firma llevada a cabo ahora, se facilita la inscripción correcta de las parcelas, con el objetivo de que la Universidad de Burgos pueda hacer uso de las mismas, de acuerdo a sus necesidades.
El alcalde ha concretado que se trata de espacios en el entorno de La Milanera, para los que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) ya prevé usos del propio campus universitario.
FERIA DE ATRACCIONES
En el protocolo, ha explicado De la Rosa, no hay nada en concreto acerca de la parcela que ocupaban los antiguos depósitos de CLH que, según ha dicho, es compatible, con una "muy importante inversión", con un recinto ferial permanente para las atracciones de las fiestas, cuya intención es que se mantengan junto a Villatoro el próximo año.
Por su parte, Manuel Pérez Mateos ha mostrado su satisfacción por esta firma, que "cumple en tiempo y forma" el compromiso adquirido por el alcalde hace unos meses, al que ha agradecido su "sensibilidad" para impulsar "una universidad que es de todos".
Pérez Mateos ha puesto en valor el crecimiento y la evolución "positiva" del campus burgalés en los últimos años, sobre todo en un marco como el actual, en el que las circunstancias demográficas y la oferta universitaria, obligan a ser más competitivos.