El CAB abre nuevo ciclo expositivo con propuestas de Alán Carrasco, Anaisa Franco y Poblete-Bustamante
Las exposiciones estarán abiertas hasta el próximo 22 de mayo en el centro de arte contemporáneo de la Fundación Caja de Burgos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Centro de Arte Caja de Burgos CAB inaugura hoy sus tres nuevas propuestas artísticas, concebidas, respectivamente por Alán Carrasco, Anaisa Franco y Humberto Poblete-Bustamante, y que permanecerán abiertas al público hasta el próximo 22 de mayo.
Alán Carrasco plantea un diálogo en torno a la efervescencia sociopolítica en España, Alemania e Italia en los años 70, centrándose en los mecanismos de construcción de los relatos oficiales, como la inducción selectiva de la memoria y del olvido. Anaisa Franco busca crear una relación razonable entre el ser humano y la máquina, entre lo orgánico y lo artificial, para indagar en la identidad individual. Y Humberto Poblete-Bustamante centra en su relación con un “niño-lobo” chileno, reflejada en una pintura concebida sin ligazones con otras elaboraciones culturales, alejada de todo relato cosmético. Juntos abren la programación de 2022 en el CAB.
Alán Carrrasco: ¿A quién pertenece la historia? La exposición plantea un diálogo histórico alrededor de la efervescencia sociopolítica desplegada en la década de 1970 en tres espacios geográficos diferenciados: España, Alemania e Italia.
La muestra se estructura en torno a esos tres ejes, en los que se enmarcan los diferentes proyectos realizados por el creador alrededor de (y en) los citados países. Alán Carrasco (Burgos, 1986), artista visual e investigador doctoral, desarrolla diversas líneas de conexiones históricas y contextuales entre ellos, con el fin de plantear la importancia de la construcción de relatos alternativos y de poner sobre la mesa algunas zonas de sombra del relato oficial sobre aquellos años turbulentos.
El título hace referencia a la idea que Hans-Georg Gadamer enunció en su libro Verdad y método. “En realidad no es la historia la que nos pertenece, sino que somos nosotros los que pertenecemos a ella” Y más adelante aclara: “La autorreflexión del individuo no es más que una chispa en la corriente cerrada de la vida histórica. Por eso los prejuicios de un individuo son, mucho más que sus juicios, la realidad histórica de su ser”.
Anaisa Franco: Reshaping IDs, connecting realities. El trabajo realizado por Anaisa Franco (Uberlândia, Minas Gerais, Brasil, 1981) busca “crear una relación razonable entre el ser humano y la máquina, entre lo orgánico y lo artificial, que permita al espectador revivir emociones, ampliar su capacidad sensorial y activar su «sexto sentido» impulsado por las obras que presento”.
Muchas de sus obras necesitan, por tanto, de la complicidad y la participación del público, bien por que estas se construyen a partir de sus gestos y actos, bien porque su mirada resulta indispensable. Franco ha sido una de las mujeres pioneras en la creación de “new media-art” en nuestro país, donde lleva años residiendo y donde recibió, en 2011 y en 2021, el Premio ARCOmadrid / BEEP Arte Electrónico. Desde entonces su obra ha sido solicitada en numerosos espacios públicos de Europa, América y Asia antes de conformar la que será su primera gran exposición en un centro de arte como el CAB.
Entre la instalación y la escultura, entre la realidad y la transformación onírica, los artefactos que desarrolla Anaisa Franco no son solo ejercicios de computación, animación y fabricación digital, sino una reflexión sobre la tecnología y sus usos, sus límites y muy en particular sobre la interdependencia entre hombre y máquina. La asignación de valores biométricos (huellas dactilares, iris, patrones faciales) con los que identificar a los individuos tanto física como conductivamente sirven a nuestra artista para interrogarnos sobre nuestra verdadera existencia, acaso solo aceptada por nosotros mismos cuando nos reconocemos afectivamente en cuanto proyectamos.
Humberto Poblete-Bustamante: Caucau. “Algunos seres poseen nuestra naturaleza más primitiva”. Así refiere Humberto Poblete-Bustamante (Santiago de Chile, 1966) su relación con la persona que da título a la exposición y a una de las obras principales que la conforman. Caucau es un nombre propio, pero es sobre todo la cápsula seminal que determinará la visión de la vida y del arte para Humberto Poblete-Bustamante.
La pintura de Humberto Poblete-Bustamante renuncia a todo código interpretativo. Es abstracta y constituye un fin en sí misma, concebida sin ligazones con otras elaboraciones culturales, alejada de todo relato cosmético que pueda relacionarlo con movimientos interesados en valores formales. “Es el gesto directo que un artista tiene, nos dice Humberto Poblete-Bustamante, un sonido único que proviene del origen, como los extraños sonidos guturales de Caucau que luego trataba de imitar a solas”.
Para la exposición el CAB Humberto Poblete-Bustamante ha dispuesto de algunas pinturas que se apartan del trabajo precedente. Sin renunciar al uso del gesto y del blanco y negro que tanto le ha caracterizado, el color cobra aquí un protagonismo elocuente. Grandes superficies de masa pictórica al óleo, tan táctil y real como un muro, como la presencia del alma incontaminada de Caucau que se adivina bajo cada pincelada.
Es su primera exposición en un centro de arte en España.