Detenidas madre e hija por contratar líneas telefónicas a nombre de otro y cargarle 5.200 euros en llamadas
Las dos mujeres ya contaban con antecedentes anteriores
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Dos mujeres, madre e hija de 52 y 32 años, respectivamente, han sido detenidas por agentes de la Comisaría Provincial de Burgos acusadas de estafa y usurpación del estado civil, tras contratar varias líneas teléfonicas a nombre de un tercero y cargarle llamadas por importe de más de 5.000 euros.
Una vecina de Burgos presentó denuncia en dependencias policiales manifestando que había sido estafada. A través de una llamada, una operadora de telefonía le reclamaba más de 5.200 euros en concepto de la deuda que supuestamente había contraído por el impago de facturas correspondientes a cuatro líneas telefónicas contratadas seis meses antes.
La operadora, con la que la denunciante no tenía ni había tenido en el pasado relación contractual alguna, le remitió por correo electrónico copia de las facturas objeto de la reclamación en las que figuraba un domicilio distinto al suyo, dónde nunca había residido, según informaron fuentes policiales.
Durante la investigación se constató que la víctima no había extraviado ni le habían sustraído su documentación personal. Tampoco había realizado compras o ventas a través de webs o aplicaciones digitales.
Los agentes realizaron distintas gestiones para concretar quién podría ser la persona o personas que utilizando medios fraudulentos habrían llevado a cabo la contratación de las cuatro líneas telefónicas.
Una vez comprobada la identidad de las personas que residían en el domicilio de referencia de las facturas, se descubrió que se trataba de dos mujeres, madre e hija, que vivían como inquilinas en esa dirección desde hace tres años.
Al mismo tiempo, los agentes lograron establecer un vínculo entre las presuntas autoras y la perjudicada, puesto que ésta última, durante unos años, alquiló un piso de su propiedad a la madre y presunta autora que residió en la vivienda junto a su hija.
Entonces formalizaron un contrato que incluyó datos de identidad y personales de la arrendataria así como un número de cuenta bancaria donde la inquilina transfería el dinero correspondiente al alquiler. Sirviéndose de esos datos llevaron a cabo la contratación fraudulenta.
Las dos mujeres ya contaban con antecedentes anteriores.
Una vez constatada su presunta autoría en los delitos de estafa y usurpación del estado civil, las presuntas autoras fueron detenidas pasando a disposición de la autoridad judicial.