Diputación de Burgos y Proyecto Hombre renuevan su colaboración con un presupuesto de 208.500 euros
Proyecto Hombre advierte del aumento en el consumo de alcohol y sustancias, y especialmente la adicción a las nuevas tecnologías
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La Diputación Provincial de Burgos y Proyecto Hombre renovaron hoy su convenio de colaboración para el desarrollo de programas de prevención y tratamiento de drogodependencias en el ámbito rural de la provincia burgalesa. El presidente de la Diputación, César Rico, y el director de Proyecto Hombre, Manuel Fuentes, sellaron el acuerdo que tendrá un presupuesto de 208.500 euros para este año.
Según indicó a los medios de comunicación el presidente provincial, esta cantidad es superior al ejercicio anterior, debido a que “los costes evolucionan y hay que estar al día”. Al hilo de esto, Rico trasladó su preocupación por la situación que se está dando en este ámbito debido a la pandemia del COVID-19, y las aglomeraciones de jóvenes “en torno al botellón”. Asimismo agradeció a Proyecto Hombre la labor llevada a cabo durante este último año, durante el cual se ha atendido a 44 personas de forma directa en la provincia. “Tenemos que estar en guardia para lo que pueda venir”, añadió.
Por su parte, Manuel Fuentes recordó que las adicciones son un “problema de primer orden” que afecta a la salud y el proyecto de vida de las personas, al igual que al entrono familia y social. Por ello subrayó la importancia de trabajar con un sistema “riguroso” por medio de este tipo de programas, a fin de lograr una sociedad “con menos problemas y más salud”.
Aumento de las adicciones
A preguntas de los medios acerca de cómo está la situación en la provincia después de la pandemia, Fuentes explicó que durante un primer momento se produjo un “retraimiento de la búsqueda de atención”, pero después los problemas volvieron a manifestarse.
En este punto explicó que dentro de la población que ellos reciben, se ha incrementado en más de 13 puntos el consumo de alcohol, mientras el juego en adultos registra un 7,30 por ciento. “Hemos observado que hay una problemática de juego seria”, dijo, así como un incremento en la conflictividad en el ámbito familiar, que ha aumentado en un 6 por ciento.
Otro aspecto que destacó fue el “abuso” de las TIC y pantalla, ya que entre el 2019 y el 2020 se produjo un incremento del 10 por ciento. Pese a todo quiso lanzar un mensaje positivo, asegurando que una vez terminado el tratamiento, “la inmensa mayoría de las personas se rehabilita”.
Por otro lado, en relación al perfil de personas que atienden, el director de Proyecto Hombre de Burgos explicó que en el área de los adultos, la media se encuentra en personas en torno a los 37 años, “que son policonsumidores” de sustancias como la cocaína, el alcohol o el cannabis. Asimismo explicó que les tiene en alerta el porcentaje de consumidores de heroína. “No estamos hablando de una situación como ocurría en los 80 o principios de los 90”, añadió.
Dentro del grupo de los jóvenes que consumen sustancias, explicó que la media se sitúa en torno a los 16 y 17 años, que son consumidores de alcohol y cannabis fundamentalmente, y con un abuso de las tecnología en un “porcentaje importante”. Al hilo de esto indicó que un 20 por ciento tiene un “comportamiento absolutamente compulsivo” con las nuevas tecnologías, que con prevención y tratamiento “se puede resolver”.