Eudald Carbonell dona su archivo personal y científico a la Fundación Atapuerca: también su icónico salacot

Eudald Carbonell, vicepresidente de la Fundación Atapuerca y una de las grandes figuras de la investigación en la sierra, ha decidido donar su archivo personal y científico al Centro de Investigación Emiliano Aguirre. Con este gesto, busca que su legado se conserve, estudie y se difunda para futuras generaciones.

Este archivo, fruto de décadas de trabajo, se une al de su maestro Emiliano Aguirre, convirtiendo este espacio en un punto de referencia para la investigación de la evolución humana. La donación incluye 20 cajas repletas de documentos, libros científicos, revistas y curiosidades como sus cuadernos de bitácora de 120 viajes, sus botas y hasta su icónico salacot.

Para dar a conocer esta valiosa colección, la Fundación Atapuerca ha organizado unas jornadas de puertas abiertas. Los vecinos de Ibeas de Juarros podrán visitarlo el 15 de marzo, seguidos por los habitantes de la Sierra el 5 de abril y, finalmente, el resto de la provincia el 26 de abril.

El centro de investigación se concibe como un espacio abierto a la sociedad, donde cualquiera podrá consultar documentos clave sobre la evolución humana. Además, está previsto que los otros dos ex codirectores de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga y José María Bermúdez de Castro, también donen sus archivos en el futuro.

Un proyecto para el futuro en 2027

Atapuerca no solo mirará al pasado, sino también al futuro de la humanidad. La Fundación Atapuerca ha anunciado la creación de un nuevo centro de investigación que complementará el estudio paleoantropológico de los yacimientos con una visión prospectiva sobre el destino de nuestra especie.

Este centro se ubicará en el antiguo hospital de peregrinos del municipio de Atapuerca y, si todo avanza según lo previsto, estará en funcionamiento en 2027. Actualmente, el proyecto está en fase de diseño, con un arquitecto trabajando en la rehabilitación del edificio, que contará con unos 400 metros cuadrados dedicados a la investigación.

Para dar el primer impulso a la iniciativa, la Diputación de Burgos ha aportado una ayuda de 350.000 euros. Sin embargo, aún queda por definir la financiación necesaria para su desarrollo completo. La Fundación Atapuerca espera cerrar el diseño este año para poder buscar más apoyo y convertir este centro en una realidad lo antes posible.

El objetivo es que este espacio sirva como punto de referencia en el estudio de la evolución humana, no solo desde una perspectiva arqueológica, sino también proyectando cómo podría desarrollarse nuestra especie en el futuro.