Las intensas lluvias en Burgos arrasan la cosecha de patata en los valles de Valdelucio y Tozo
Los agricultores enfrentan pérdidas millonarias y solicitan ayudas ante la devastación del cultivo y los estragos causados por el clima
Burgos - Publicado el
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Las intensas lluvias registradas en los últimos días han tenido un impacto devastador en la cosecha de patata de siembra en las zonas productoras de la provincia de Burgos. En tan solo tres días, se han contabilizado más de cien litros por metro cuadrado de precipitaciones, a las que se suman las lluvias persistentes desde septiembre. Este cúmulo de agua ha anegado parcelas, imposibilitando el acceso a las cosechadoras y provocando la pérdida de una producción vital al pudrirse el tubérculo en el suelo.
Los valles del Tozo y del Valdelucio, que tradicionalmente cultivan alrededor de trescientas hectáreas de patatas, enfrentan una situación alarmante. El coste de siembra se estima en unos ocho mil euros por hectárea, lo que significa que los agricultores de la zona sufrirán pérdidas económicas cercanas a los dos millones y medio de euros. Esta tragedia no solo afecta a los productores individuales, sino que también tiene repercusiones en la economía local, que se basa prácticamente en la producción de patata de siembra. Con los cultivos destruidos, los agricultores se encuentran en una encrucijada, ya que no solo pierden su cosecha actual, sino que también enfrentan dificultades para afrontar la próxima siembra debido a la falta de recursos económicos.
La situación es aún más compleja, ya que el cultivo de girasol también ha sufrido las consecuencias de esta adversidad climática. Los fuertes vientos han derribado las plantas, lo que ha hecho imposible su cosecha. Este fenómeno ha afectado a muchos agricultores, que ahora se ven en la necesidad de buscar alternativas para sobrevivir a esta crisis.
Ante esta grave situación, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) ha alzado la voz, dirigiéndose a la Junta de Castilla y León y a la Subdelegación del Gobierno para informar sobre el problema. ASAJA ha solicitado la implementación de ayudas directas, así como bonificaciones fiscales y de seguridad social para los agricultores afectados. La esperanza es que estas medidas puedan aliviar un poco el impacto económico y permitir que los agricultores se recuperen de esta difícil tesitura.