La Policía Local de Burgos desmantela un punto de venta ambulante de comida ilegal desde una furgoneta
Era un punto clandestino de distribución de comida elaborada en un domicilio y puesta a la venta en la vía pública mediante una furgoneta convencional, sin medio de refrigeración
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La Policía Local de Burgos han desmantelado un punto de venta ambulante de comida elaborada desde una furgoneta sin autorización y sin las debidas garantías sanitarias, según informaron a Europa Press fuentes municipales.
Agentes de la Unidad de Policía Administrativa especializados en el control de ordenanzas municipales, legislación autonómica y nacional, han localizado, en el marco de un operativo contra la venta ambulante, un punto clandestino de distribución de comida elaborada en un domicilio y puesta a la venta en la vía pública utilizando para ello una furgoneta convencional, sin ningún sistema de refrigeración.
El pasado viernes, sobre las 20.00 horas, una unidad de paisano, siguiendo las indicaciones del jefe de la Unidad, se adentró en la zona de estacionamiento de vehículos de la calle María Teresa León, en las traseras de un conocido centro comercial y junto a unas instalaciones deportivas al aire libre.
La gran concentración de personas practicando diferentes deportes de pelota atrajo la atención de los agentes, que pudieron observar cómo, de manera intermitente, los ciudadanos se iban desplazando hasta una furgoneta de color blanco donde adquirían comida que consumían en el mismo lugar.
Estos agentes se acercaron hasta la furgoneta donde, tras identificarse como policías, tomaron pruebas de la infracción cometida y fueron testigos de cómo los alimentos se mantenían en bolsas de plástico y neveras de playa, sin ninguna garantía sanitaria.
Igualmente, los agentes uniformados presentes en el lugar identificaron a varios ciudadanos que estaban consumiendo los productos adquiridos instantes antes y que, por la intervención policial, increparon a los funcionarios.
Finalmente, la Policía Local intervino 25 kilos de carne, 10 de salsas y condimentos y 31 kilos de patatas asadas que, tras su correspondiente pesaje, fueron destruidos para evitar intoxicaciones alimenticias.
Los autores de la infracción fueron informados de la correspondiente apertura del expediente administrativo sancionador por la práctica de actividad sin autorización, en concreto por la venta ambulante de productos alimenticios sin las debidas garantías sanitarias.