TRIBUNALES

El hombre que mató a otro en Ponferrada tras infligirle 55 heridas declara que estaba drogado

La defensa pide la libre absolución y apela a una alteración de las facultades y al retraso mental diagnosticado al acusado

Redacción COPE Bierzo

Ponferrada - Publicado el - Actualizado

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El hombre, que el 12 de agosto de 2021 causó la muerte a otro en Ponferrada tras infligirle 55 heridas con distintos objetos, declaró este lunes que el suceso se produjo cuando ambos estaban bajo los efectos de diversas sustancias -alcohol, drogas y pastillas- consumidas en las horas anteriores.

"No sé en qué zonas del cuerpo le di las puñaladas porque estaba drogado. Solo vi a la Policía cuando me detuvo. No quería hacerle daño ninguno. Yo veía negro, un bulto negro. No tenía una visión clara de nadie”, declaró hoy en la primera jornada del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de León.

La fiscalía solicita para el acusado 23 años de prisión por un delito de asesinato con ensañamiento, mientras la defensa reclama la libre absolución y argumenta una alteración de las facultades y una discapacidad mental que tiene diagnosticada (de un 41 por ciento).

La herida que causó la muerte a la víctima fue una penetrante del tórax, que perforó dos veces un pulmón y alcanzó también a la aorta, hecha con un destornillador de 40 centímetros. Otras lesiones fueron causadas con un palo de escoba, cuchillos y una navaja.

La defensa apunta que el acusado “perdió el control de sus actos y apuñaló a la víctima, sin ser consciente de ello. A pesar de que le apuñaló y continuó cuando estaba en el suelo, no quería causar sufrimiento; no era consciente de sus actos”. Según su representado, que únicamente respondió a las preguntas de su abogada de oficio, el fallecido y él pasaron la tarde del día de los hechos bebiendo orujo, cerveza y consumiendo psicofármacos, cocaína y cannabis y se generó una discusión entre ambos porque, supuestamente, la víctima le había sustraído unos efectos que no quería devolverle y le propuso ir a robar a un supermercado; idea que él rechazó, y también dijo que el fallecido -que perdió la vida horas después de lo ocurrido- había intentado agredirle.

La acusación pública quiso destacar el abuso de superioridad que ve en la comisión de los hechos, que se iniciaron en la vivienda en la que ambos se encontraban, y además de la pena de cárcel reclama indemnizaciones de 53.000 euros para la madre de la víctima y de 16.000 para sus hermanos.

“No actuó en su sano juicio. Tenía sus capacidades totalmente mermadas”, recalcó la defensa tras subrayar que su cliente estaba pendiente de un proceso de incapacitación y reclamó que se le aplique una eximente completa por encontrarse bajo los efectos de diversas sustancias y por padecer un trastorno de control de los impulsos.

Una de las personas que presenció parte de los hechos manifestó que mientras paseaba con su mujer escucharon alboroto dentro de un portal y vieron “a una persona como intentando escapar, otra con un cuchillo, acuchillándole y el suelo ensangrentado”. “Lo tenía encerrado; la víctima se veía totalmente indefenso y la gente le pedía que parase. Le di una patada al cristal, él consiguió salir y tenía los pantalones caídos. El agresor rompió previamente otra parte del cristal y nos amenazó a los que estábamos allí. Cuando llegó la Policía se escabulló”, narró a preguntas de la fiscal y en respuesta al interrogatorio de la defensa comentó que el agresor estaba “muy agresivo, muy nervioso, muy fuera de sí”, detalló. Su esposa explicó lo ocurrido en los mismos términos y señaló que la víctima “no podía defenderse de manera alguna y el agresor huyó en cuanto llegó la Policía”.

Otro testigo que prestó este lunes declaración afirmó que el acusado no cesaba en la agresión y que la víctima se encontraba en el suelo y casi sin poder moverse cuando contempló la escena. También manifestó que el acusado estaba “como fuera de sí” y argumentaba que el otro hombre le había robado.

Una vecina del acusado explicó que escuchó “muchos golpes, voces de que le había robado, amenazas y luego quejidos de otra persona” y que únicamente vio al agresor cuando la Policía se hizo cargo de él e intentaba “escapar”.