Los funcionarios de prisiones se sienten abandonados

A los problemas laborales se unen las amenzas y las agresiones

Cárcel de Mansilla de las Mulas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La plataforma sindical (ACAIP, CCOO, CSIF y UGT) que desde hace más de un año encabeza las movilizaciones que los trabajadores de prisiones se concentran delante del  edificio de Botines, en el centro de León, para  informar y contestar a las preguntas que los ciudadanos quieran realizar sobre el abandono y los graves problemas por los que están atravesando y la decadencia por la que atraviesa la propia Institución.

El trabajo de los funcionarios de prisiones es, sin lugar a dudas, el trabajo más duro y difícil de la Administración General del Estado. "Trabajamos con personas que ingresan en prisión porque tienen, de una u otra índole, graves problemas; problemas que en la mayoría de los casos no se resuelven con su entrada en prisión, sino que se acrecientan o aumentan en ella." Estas personas que en libertad, en muchos casos, han supuesto un riesgo y una grave amenaza para la sociedad, también en ocasiones, más de las deseables, continúan constituyendo un grave peligro para los trabajadores penitenciarios.

En numerosas ocasiones, en el desempeño de su función, sufren coacciones, amenazas y agresiones, situaciones que, algunas veces, se producen incluso fuera de los centros penitenciarios por parte de ex-reclusos que están en libertad.

"Este escenario que describimos,- señalan-  lo demuestra el aumento de las agresiones a los trabajadores penitenciarios, que se han incrementado durante los últimos años de forma cualitativa y cuantitativa".

Lamentablemente son cada vez más las situaciones "en las que nos jugamos la integridad física y la vida ejerciendo nuestro trabajo, tanto en nuestra propia defensa" como en defensa de la integridad física y la vida de los internos del Centro.

Durante los últimos años, de forma más intensa en 2018," hemos intentado trasladar e informar a los responsables políticos de lo que estaba y está sucediendo en Instituciones Penitenciarias, de la falta de personal y medios. Siempre nos han dado la razón y han reconocido la situación, pero de soluciones nada".

En un comunicado, los funcionarios explican paso a paso sus problemas.

Concretamente en el Centro  Penitenciario. de León," tenemos sin cubrir, aproximadamente, un 20% de la Relación de Puestos de Trabajo y la media de edad de la plantilla es de las mayores de los centros penitenciarios de toda España, unos 56 años de media".

Los trabajadores penitenciarios hemos contribuido durante los años de la crisis con nuestro sacrificio y con nuestro esfuerzo a superar la situación del País. Se nos bajó el sueldo en el año 2010; se eliminaron pagas extras; se nos quitaron derechos adquiridos en materia de permisos (moscosos), permisos que, quede claro, no nos fueron dados de forma gratuita, sino que fueron concedidos como consecuencia de la congelación de las retribuciones, congelación que aún no se ha subsanado.

Hemos contribuido también, y seguimos haciéndolo, en la lucha contra lacras sociales como el terrorismo y, ahora, el grave problema yihadista. El trabajo de los funcionarios de prisiones fue y está siendo fundamental para combatirlo.

Tras los muros de la prisión trabajamos funcionarios de vigilancia, de tratamiento, de oficinas, juristas, sicólogos, médicos, ATS, educadores, trabajadores sociales, personal laboral en mantenimiento, cocina, talleres productivos y un largo etc., ordenando la convivencia de personas que, como ya hemos apuntado, hacen muy difícil la convivencia en los centros penitenciarios.

Y, cómo no, lo hacemos para lograr que personas que han sido condenadas a penas de prisión tengan una oportunidad de reinserción mediante la reeducación social, tal y como nos ordena nuestra Carta Magna. Para ello, para conseguirlo, se desarrollan multitud de programas de formación, de tratamiento, etc.

Los funcionarios de prisiones somos un colectivo con una labor totalmente desconocida para la sociedad, por esa razón, entre otras, queremos dar a conocer nuestro trabajo y nuestra situación laboral, en la confianza de que los responsables políticos, además de reconocer la situación, se comprometan a solucionarla y corregirla, y no a tomar otras medidas, como pretende la nueva directora de prensa de la SGIP, nombrada personalmente por el ministro Grande-Marlaska, que en un e-mail dirigido a los directores de los centros penitenciarios les dice: <

Por último, señalar que en Instituciones Penitenciarias hay trabajadores y trabajadoras que, a pesar de realizar idénticas funciones, tienen un sueldo diferente por el hecho de vivir en diferente comunidad autónoma y por unas clasificaciones de los establecimientos penitenciarios que han quedado totalmente obsoletas.

Pues bien, a pesar de todo lo anterior, el Gobierno se niega a negociar con nuestros representantes. Ahora, los que antes estaban a nuestro lado y nos apoyaban en los actos reivindicativos, los que defendían en el Congreso que había que arbitrar medidas para corregir la situación de los trabajadores de prisiones, los “dialogantes”, rechazan y eluden reunirse con nosotros en una mesa de negociación.