Más de 700 personas aprenden y disfrutan con las rutas culturales del cementerio

Las visitas teatralizadas muestran el patrimonio del camposanto

Tumba de Victoriano Crémer.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Las ‘Rutas culturales’ del Cementerio de León que se iniciaron ayer en el camposanto leonés y se prolongarán hasta el sábado muestran a las 740 personas inscritas, que han agotado las plazas disponibles, el patrimonio artístico y cultural del espacio leonés.

Las rutas, que pretenden difundir el patrimonio artístico, cultural y paisajístico de este recinto funerario de manera original, comienzan en la puerta principal del camposanto, donde los visitantes podrán conocer algunos datos históricos.

A partir de ahí, cuenta con trece paradas mediante las que se dan a conocer en detalle el panteón del Cabildo de San Isidoro, los enterramientos de Las Hijas de la Caridad, el nicho del primer alcalde republicano Miguel Castaño, el panteón referente a la minería, las tumbas de los fallecidos en el accidente ferroviario de Torre del Bierzo, el panteón de la Condesa de Sagasta, la tumba de Victoriano Crémer, la capilla de Secundino Gómez y María Álvarez, el bosque de las almas, donde se encuentra Victoriano Cremer, el monumento a la Memoria Histórica con sus 1873 placas, la tumba de Víctor de los Ríos y la Orden de San Juan de Dios. También se hace referencia a la primera mujer taxista, cuyos restos reposan en el cementerio leonés.

Esta propuesta cultural nació de la Asociación Nacional de Entidades y Empresas Municipales de Servicios Funerarios y de Cementerios y, además de León, pertenecen a esta red de ‘Cementerios vivos’ los camposantos de Valencia, Barcelona, Bilbao o San Sebastián, entre otros.

El cementerio de León comenzó a construirse en 1928 y los trabajos se encargaron al arquitecto Isidoro Sáinz-Ezquerra y Rozas, que también participó en otros proyectos como el ensanche de la ciudad. El primer enterramiento del que hay constancia es el 1 de febrero de 1932, momento el que empezó a ser utilizado. En principio se planteó un recinto de 47.000 metros cuadrados y hoy se disponen de un total de 110.000, aunque no todo el espacio está destinado al servicio fúnebre.