Abrió 8 tiendas de ropa en León y superó la llegada del Corte Inglés, pero no esperaba lo que vendría después: "Nos ha machacado"

Hace 55 años Alfredo Martínez, más conocido como Alfredo Adams, abrió su primera tienda en León justamente debajo de de la cadena COPE, pero ya tenía experiencia pues previamente se había hecho cargo del traspaso de "Dial", un negocio que estaba en funcionamiento en la Avda. de Roma de León y que vendía la ropa "que en aquel momento se llevaba, era una camisería que había, bueno, pantalones... demasiado clásico. Yo entonces tenía 21 años, mi círculo, mis amigos, pues no se encontraban con esa tienda y con ese tipo de producto. Pues bueno, mi obsesión fue buscar y hacer algo de acuerdo a mi generación, a mi gente, a mi entorno, y entonces fue cuando creé Adams".

Alfredo llegó a tener ocho tiendas: Adams, Oggi, Aire, Adolfo Domínguez, Lacoste, Cacharel, Yalex, y  Yalex dos. También abrió un establecimiento en el centro comercial Espacio León y un taller para las reparaciones. En la actualidad cuenta con tres tiendas de ropa: Adams, Yalex y Domani. 

medio siglo 

Cuando Alfredo Adams comenzó a trabajar en la Avda. de Roma, "había poca existencia de todo. Había cuatro marcas que funcionaban" . Con el tiempo fue evolucionando y "a base de asistir a todas las ferias que se hacían en España y fuera de España -Italia, Alemania, Estados Unidos-  adquirí conocimientos e información. Entonces fuimos incorporando la sastrería, prenda de manga, en fin, todo lo que hoy es el total look". 

Con un crecimiento imparable y clientes en alza, Adams creció como grupo, superando la llegada a León de grandes superficies como el Corte Inglés: "Estábamos todo el comercio tradicional, como que veías a lo más negro de todo, ¿no? Y fuimos campeando todo eso y bueno, había espacio para todos, haciendo las cosas bien, con profesionalidad, intentando traer lo mejor y lo último. Era compatible", sin embargo afirma que ha sido internet "lo que nos ha machacado terriblemente".

INTERNET

Este formato de negocio es criticado por Alfredo porque es impersonal y defiende la labor de los profesionales. "El cliente muchas veces llega solo, sin asesoramiento de nadie y es cuando de verdad hay que poner todo el interés del mundo, hay que dedicarle tiempo y eso es la profesionalidad de los dependientes, de los vendedores. Se gana la confianza del cliente y una vez que el cliente confía en ti, ya el resto es fácil". 

Ese asesoramiento de la tienda física al final es lo importante y es la gran diferencia con el comercio electrónico. Alfredo pone como ejemplo los hijos de clientes que nunca han pisado una tienda física, de prendas mal confeccionadas que se compran online, como americanas que parecen que llevan en las mangas "los guantes incorporados", o productos que tienes que arreglar porque las tallas no son adecuadas y el cliente no está satisfecho.

En el comercio tradicional, "pues hay un diálogo, esa cercanía es fundamental. Lo mío es esto y es venir a la tienda, tocar el producto, probarme y demás".