Los últimos recuerdos de la casa de Palencia en Madrid vuelven a su hogar

Como un signo más de los tiempos que corren, la Junta General de la Casa de Palencia en Madrid decidió, en noviembre de 2018, poner a la venta la vivienda que la centenaria entidad palentina tiene como sede social en la madrileña calle Bailén, con el fin de obtener fondos con los que sufragar las actividades culturales que organiza el centro regional.

Aquella fue una tensa asamblea donde el voto delegado se impuso al asistente. El propio   Vicepresidente Rodríguez Velasco planteó un intento de última hora para evitar la venta, ofreciéndose personalmente a sufragar la deuda que en los últimos años ha ido acumulando  la asociación,. Sin embargo, esta propuesta no fue aceptada. Terminó tan tensa que incluso llamaron a la Policía al intentar acceder al recinto un ex-vicepresidente que estaba considerado expulsado de la Asociación.

Su presidente actual, José Herrero Vallejo, una vez confirmada la aprobación de la asamblea, se puso en contacto con la Biblioteca Pública de Palencia para ofrecerle y, por tanto, a toda la sociedad palentina los fondos de su colección de libros y las estanterías que los contienen.

Aproximadamente unas cincuenta cajas llenas de material de todo tipo: libros actuales, y otros mucho más antiguos, ejemplares de revistas, enciclopedias, carteles de fiestas y folletos publicitarios, han sido ya trasladados ya a la biblioteca, sin que le haya supuesto ningún coste, pues la misma Casa de Palencia se ha hecho cargo de todo  el trasporte.

Una vez allí, tras el correspondiente trabajo técnico, el material seleccionado de estos nuevos fondos, pasará a integrarse entre las diferentes secciones existentes, y los ejemplares desechados serán puestos a disposición de los usuarios en el Mercadillo Solidario que la biblioteca lleva a cabo todos los años y que tendrá una nueva edición en el próximo mes de abril.

Desde la Biblioteca Pública de Palencia se han mostrado muy agradecidos por esta valiosa donación, sobre la que se han puesto a trabajar desde el mismo momento de su llegada, incorporando a sus estanterías todos aquellos materiales que no tenían y renovando otros que estaban en peor estado.