Sin permiso y contra la normativa: Las luces de Navidad de San Miguel deberán retirarse por haberse anclado a un templo declarado BIC

Los preparativos de la Navidad en Palencia no ha comenzado de la manera esperada. Los trabajos de instalación de la iluminación para estas fechas llevan varias semanas desarrollándose y de hecho ya se han probado algunas luces en la ciudad.

Desde el consistorio se ha apostado este año de manera importante en esta decoración, como reconocía ayer el concejal de Cultura y Fiestas, Francisco Fernández, en rueda de prensa. "Se están realizando esfuerzos por ofrecer un programa atractivo para las fiestas navideñas, incluyendo una mayor inversión en la iluminación de la ciudad. Hemos hecho un esfuerzo económico en lo que se refiere a un componente estético de iluminación, (que se colocará en zonas donde nunca se ha colocado), porque todos somos conscientes de que ahora mismo hay un arrastre de turismo con las iluminaciones navideñas. La iluminación navideña tiene que trabajarse como una capital de provincia, un poco en esa dirección en la que está pasando en este país. Yo creo que ese orgullo del que os hablaba de Palencia nos tiene que llevar a construir también una iluminación navideña acorde a la ciudad que somos, eso también implica un gasto a mayores”, dijo el concejal.

En la búsqueda de nuevos espacios donde colocar estos juegos de luces, la noticia ha saltado en la instalación de luces navideñas en la zona de la Iglesia de San Miguel, templo declarado Bien de Interés Cultural en el año 1992, realizando algo completamente prohibido.

Durante la mañana, vecinos y curiosos alzaban la mirada para descubrir adornos navideños en forma de guirnaldas anclados directamente a elementos de la propia iglesia, incluyendo rejas y  amarres en las paredes del templo. 

Algunos de estos anclajes al parecer ya estaban colocados con anterioridad a este uso, pero se cree que el punto donde desembocan más tiras de luz procedentes de los edificios anejos se ha realizado recientemente para ese propósito, algo que desde el Ayuntamieto de la capital ha sido desmentido.

La Diócesis de Palencia, mediante su representante de comunicación, Txomin Pérez, calificó la situación de “irregular”, y aclaró que la normativa vigente prohíbe expresamente anclar objetos a bienes de interés cultural, como la citada iglesia de San Miguel. “La normativa prohíbe la instalación de anclajes, sujeción de cosas, taladros, tornillos en bienes de interés cultural. Y tenemos…muchísimos bienes de interés cultural que gozan de especial protección”, señaló Pérez en una entrevista en COPE Palencia.

Pérez también confirmó que el Ayuntamiento no solicitó autorización previa a la Diócesis, ni a la Junta de Castilla y León, para la instalación en este edificio histórico. “No, no nos han pedido permiso. De hecho, si lo hubieran hecho, les habríamos indicado que esto no se puede hacer”, afirmó. La iglesia de San Miguel, es uno de los monumentos más importantes de Palencia, y un símbolo en la vida religiosa y social de la ciudad. Aparte, “Más allá de que San Miguel sea un bien de interés cultural y uno de nuestros monumentos más emblemáticos, es un punto neurálgico de la realidad palentina”, comentó Pérez.

El representante de la Diócesis también explicó los pasos tomados tras el descubrimiento de la instalación. “Desde la Delegación de Patrimonio de la diócesis ya se puso en contacto con el Ayuntamiento. Se ha hablado con el concejal y con la alcaldesa… También se ha informado a la Junta de Castilla y León, que tiene una especial vigilancia en bienes de interés cultural”. Pérez explicó que el Ayuntamiento deberá retirar las luces navideñas y que se celebrará una reunión el lunes entre representantes de la Diócesis, la Junta, el Ayuntamiento y la empresa encargada de la instalación para analizar alternativas viables para la decoración. “Nosotros queremos que eso se retire cuanto antes. Esa iluminación hay que retirarla y ver cómo se puede instalar… los anclajes ya existentes entendemos que no se podrían usar y las rejas tampoco”, añadió.

A pesar de la posible controversia, Pérez reconoció la buena intención detrás de la iniciativa y enfatizó que todos desean que Palencia luzca especial en estas fechas navideñas. “A mí me parece que aquí no hay mala intención por ningún lado. Al contrario, todos queremos poner bonita Palencia… Pero si lo podemos hacer de acuerdo a la normativa, salimos todos beneficiados”.

En principio el lunes, se iban a reunir en San Miguel "el Ayuntamiento, la delegación Diocesana de Patrimonio, Patrimonio de la Junta y la empresa que está instalando la iluminación navideña, para ver cómo se puede solventar la situación" señalaba.

NO habrá reunión, se buscará otro lugar para las luminarias

El Ayuntamiento de Palencia mediante un comunicado remitido a los medios de comunicación "ha dado orden de retirar las guirnaldas que se habían instalado en los entornos peatonales de la Iglesia de San Miguel para evitar las quejas que comenzaban a circular sobre la idoneidad de ubicar esta iluminación en una zona de marcado carácter patrimonial y los posibles daños que se pudieran ocasionar".

A pesar de que en ningún momento se había producido daño alguno a las centenarias piedras del templo, el Ayuntamiento en un comunicado asegura que "ha decidido desmontar las tiras luminosas e instalarlas en algún otro punto de la ciudad".

La intención del Equipo de Gobierno era "dar un mayor realce a una de las celebraciones más populares de la Navidad Palentina como es el Bautizo del Niño y cuyo escenario no es otro que todo el perímetro de San Miguel. Este acto, declarado de Interés Turístico Nacional, pretendía ser potenciado por parte del Ayuntamiento". Señalan además que "Si bien las quejas que comenzaban a lanzarse por redes y en algunos estamentos han dado al traste con una iniciativa que hubiera sido todo un éxito y que hubiese favorecido también de manera sustancial el tránsito de palentinos y palentinas por la zona durante todas las fechas navideñas".

Finaliza el comunicado argumentando que "Tanto el concejal de Fiestas, Francisco Fernández, y la propia alcaldesa, Miriam Andrés, lamentan haber tenido que tomar esta decisión que hubiera sido del agrado de la inmensa mayoría de vecinos y visitantes, si bien se da por buena si con ello se contribuye a evitar cualquier tipo de polémica en la ciudad en la que pudieran verse involucradas algunas partes totalmente ajenas a la iniciativa".