Cinco tesoros salmantinos viajan a Lerma con motivo de las Edades del Hombre

La XIV edición de la exposición ofrece la posibilidad de descubrir importantes piezas de arte sacro cedidas temporalmente por la Diócesis de Salamanca

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Un total de cinco relevantes piezas de arte sacro son las que va a aportar la Diócesis salmantina a la muestra ANGELI, que podrá ser vista desde el próximo mes de abril hasta noviembre de este año, en la ermita de la Piedad, la Iglesia de San Pedro y el Monasterio de la Ascención de la localidad burgalesa de Lerma.

Dividida en cinco capítulos, la decimocuarta edición de las Edades del Hombre está dedicada a los Angeles, a su simbología, iconografía e influencia en la historia del Cristianismo. Por eso, las piezas salmantinas que serán expuestas a orillas del Arlanza, también hacen clara alusión a la importancia de estos seres alados, protectores y mensajeros de la fé. De forma paralela a la exposición se han organizado actividades lúdicas y culturales que difundirán los contenidos de la muestra entre los escolares de primaria y secundaria a través del programa educativo "Conoce tu patrimonio". Además, se han organizado dos rutas denominadas "Arte y silencio" y "Campo de catedrales" en las que podremos contemplar importantes obras del vasto patrimonio religioso castellano.

Tomás Gil Rodrigo, director del servicio diocesano de patrimonio artístico y cultural, señala que la primera de las obras que aporta Salamanca, procede de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Angustias de Bóveda del Río Almar, pero es originaria de Mancera de Abajo. Una obra del siglo XVII que representa a San Francisco de Paula.

También está prevista la salida del Políptico de San Miguel Arcangel, un óleo sobre tabla de madera de pino de Juan de Flandes fechado entre 1506 y 1507, que habitualmente se encuentra en la Catedral. Además, podrá ser vista la Flagelación y Coronación de Santo Domingo, dos pequeños cuadros anónimos de la escuela madrileña del último tercio del siglo XVII que pertenecen al Convento de San Esteban y la Universidad Pontificia de Salamanca aporta la pintura de San Ignacio de Loyola librando demonios, firmada por Sebastiano Conca.