El MIserere anuncia la Semana Santa
El domingo 7 de abril Doyagüe volverá a la Catedral Vieja
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Este domingo a las 8 de la tarde en la Catedral Vieja, con entrada libre estamos llamados a participar en una cita obligada con la música sacra en tiempo de Cuaresma. El concierto que anuncia la Semana Santa, el Miserere de Doyagüe, encuentra su versión en un cd inédito, que ya está a la venta y que ha sido grabado íntegramente en la Capilla de Santa Catalina de la Catedral Vieja, donde reposan los restos del músico mundialmente reconocido. Este CD, ha sido editado por el Cabildo de la Catedral de Salamanca, tras la recuperación de algunas de sus obras. En cuanto al repertorio, recoge un resumen y una selección de lo que se interpretaba en las catedrales durante los días del Triduo Sacro, en concreto, una ‘Lamentación primera del viernes a ocho voces’; un motete de Pasión al Cristo de las Batallas; la antífona del Miserere y el Miserere en la menor. la grabación cuenta con la participación del Coro Ciudad de Salamanca, el Coro Santa Cecilia de la Escuela Municipal de Música y Danza de Salamanca, cuatro solistas (Amparo Mateos, Inmaculada Vara, Alejandro Gago y Pablo Corbí), y profesores de la Banda Municipal de Música de Salamanca, bajo la dirección de Antonio Santos.
Manuel J. Doyagüe compuso exclusivamente música religiosa y desarrolló su larga carrera musical íntegramente al servicio de la Catedral de Salamanca. Como maestro de capilla componía y dirigía la música de la liturgia. Su música trascendió los límites de su Salamanca natal para ser aplaudida en Europa, Hispanoamérica y Filipinas durante el S.XIX.
La inmensa mayoría de la obra del autor (cifrada en unas 300 composiciones, de las que solo se han estudiado el 25% aproximadamente) se custodia en el Archivo catedralicio de Salamanca. Gracias a la labor de investigación desarrollada por Josefa Montero, doctora en Musicología, en 2013 se recuperó el Miserere para la conmemoración del V Centenario de la Catedral de Salamanca. La obra se interpretaba en la Catedral durante el Oficio de Tinieblas de Miércoles a Viernes Santo, toda una tradición que permaneció hasta las dos primeras décadas del s.XX.