"Huevos fritos con patatas; el mejor menú para Navidad"
Una familia castellana se rebela ante el consumismo desorbitado de las fiestas, compartiendo huevos y patatas
Salamanca - Publicado el - Actualizado
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Estamos en el mercado de abastos de la capital salmantina. Los consumidores apuran el paso, comparando precios entre los distintos mostradores. Las cejas se arquean, los ojos se agrandan en muecas de susto e incredulidad, al descubrir las cifras del precio en cada etiqueta.
Llenar la cesta de la compra navideña, supone para muchos fulminar la paga extra
Hay mariscos que saltan literalmente entre los mostradores de la pescadería, antes de resultar elegidos para ser devorados en la próxima Nochebuena. El lechazo, el tostón, el cabrito y el jamón, lucen sus mejores galas antes de dejar más de una panza satisfecha.
Los comerciantes atienden afanosos a la clientela y recuerdan que abrirán sus negocios este domingo 24 y el próximo 31 de diciembre.
Mientras unos clientes desoyen la voz de su propia conciencia, hablando casi a gritos de la creciente inflación, Carlos despacha encurtidos y bacalao en salazón. Y además nos habla de los ingredientes para hacer a buen precio, un puchero de Navidad. Mar Vicente, también ofrece en la casquería productos a precios excelentes. Incluso nos da la receta para hacer callos, manillas y carrilleras.
No es lo que se come, es con quién se come
Y frente al consumismo voraz de muchos ciudadanos en las fiestas navideñas, hay familias que aún practican la coherencia. María es feliz con solo reunir a sus hijos en los días señalados. Desde hace años procura compartir el menú más sencillo posible. Para ella un plato de huevos fritos con patatas o unas sopas de ajo simbolizan perfectamente el sentido de la Navidad. "Porque lo verdaderamente importante no es qué, sino con quién se comparte y celebra la vida".
Su hijo Angel afirma que en fiestas como Nochebuena y Navidad cierra el negocio de hostelería que regenta. Es tiempo de reflexionar dice, sobre el ritmo desenfrenado en el que vivimos las fiestas. Y a pesar de la gratitud que siente por poder vivir de un negocio próspero, es tiempo de parar, mirar al interior y dotar de verdadero sentido a la "Natividad".