SOCIEDAD

"El que lo prueba repite, si el bolsillo se lo permite": Las turroneras de La Alberca endulzan cada Navidad

Las mujeres de la sierra salmantina mantienen viva una tradición de hace doscientos años, vendiendo dulces y turrón junto a la plaza mayor

Verónica Martín

Salamanca - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

      
      
             
      

Vuelven a Salamanca por Navidad. Llueva, nieve o haga un frío helador, justo en frente del mercado de abastos y a los pies de la plaza mayor, las mujeres albercanas mantienen viva la tradición. Desde hace casi dos siglos, instalan sus puestos cada día de la semana, desde las 9 de la mañana hasta las 8 de la tarde. Es el mismo escaparate que ofrecían sus madres y abuelas. Una simple mesa de madera con un surtido de dulces exquisitos y artesanos, que no faltan en la mesa a lo largo de estas fiestas. Salmantinos y visitantes podemos comprar turrón artesano, almendras garrapiñadas, miel y sus derivados, así como todo tipo de dulces y obleas. 

COPE Salamanca habla con Ana; la primera de las turroneras que encuentras al pasear bajo los soportales de San Antonio. Dice que la suya es la cuarta generación. Bromeando con un cliente al que ofrece un pedazo de turrón, entona una vieja canción:

Turronera, turronera,

la Navidad llega.

Saca ya pues tu caldera

y ponte a trabajar

      
             
      

para que tu turrón llegue

a toda la humanidad,

y lo puedan disfrutar

      
             
      

con paz y felicidad.

TRADICION FEMENINA Y ARTESANA

Nos cuenta que en La Alberca también se ofrece el producto en la plaza mayor durante casi todo el año, porque "los turistas buscan por igual tanto el turrón, como el marrano de San Antón".

      

El dulce se produce artesanalmente y sin conservantes, con los mejores productos de la zona. La extraordinaria miel de la sierra, junto a las almendras, el azúcar y la clara de huevo, son la base de un dulce que elaboran con idéntica receta y técnica que lo hicieran sus ancestros.

Siguen usando los enormes moldes de alrededor de doce kilos, que después se partirán y venderán en pedazos de dos a tres kilos. Estos grandes bloques crujientes llaman la atención del transeúnte, quien prueba siempre el producto antes de comprarlo.

Ana asegura que el turrón de miel y almendra es el producto estrella. Aunque también lo hay del blando, de nuez, de avellanas o de yema tostada, entre otros. Afirma que en su pueblo, junto con el turismo, la producción de este dulce de origen árabe es una importante fuente de ingresos. Tanto, que en otros tiempos fue usado para el intercambio de otros alimentos como el queso, el vino, el aceite o el pimentón.

HOMENAJE A LA TURRONERA ALBERCANA

Escultura de la turronera albercana

El 21 de diciembre de 2017 se inauguraba en los entornos del Mercado de Abastos, en el mismo lugar donde comenzó esta tradición, una escultura del artista Gonzalo Coello Campos.

Es una figura fundida en bronce que representa a la primera turronera albercana sentada sobre una caja de madera, frente a una mesa panera en la que corta el turrón.