La AECC lamenta la cantidad de fumadores que se observa en las terrazas

Este domingo se conmemora el Día sin Tabaco

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Este domingo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco y desde la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) recuerdan la importancia de abandonar ese hábito y, por supuesto, de no iniciarse en la práctica tabáquica. La presidenta de la junta provincial de esa institución, Ana Sanjosé, ha remarcado en COPE que en Segovia y en Castilla y León se registra un consumo de tabaco inferior a la media nacional.

De este modo, si en España alrededor de un 25% de la población fuma, esa media se establece entre el 21% y el 23% en la región. Asimismo, Sanjosé ha subrayado que alrededor de la cuarta parte de muertes que tienen que ver en el mundo con el cáncer han tenido presente al tabaco en sus víctimas. Pero es que fumar favorece la aparición también de otras enfermedades, como ha recordado.

El aburrimiento derivado del confinamiento impuesto en estos meses por el estado de alarma derivado de la pandemia del coronavirus ha podido favorecer el tabaquismo, tanto en un mayor consumo, como en una vuelta a él por parte de algunos exfumadores, e incluso el inicio de algunos en esa práctica. Sin embargo, la presión social que impone la convivencia con otros bajo el mismo techo puede suponer un freno también en ocasiones. Eso puede haber favorecido que no aumente la cifra de fumadores.

Pero lo que sí preocupa a Ana Sanjosé es el consumo que se observa en las imágenes de terrazas hosteleras, desde que esos espacios han podido reabrir, con el avance de fase en la vuelta hacia la normalidad. Imágenes que certifican cómo unos clientes expelen humo hacia otros, en una estampa que ha criticado la presidenta de la junta provincial de la AECC.

Por otro lado, ha apuntado que casi 100.000 personas fallecen anualmente por el cáncer y la asociación lamenta la situación de emergencia que puede generar la pandemia entre los enfermos de este mal. Ha habido un impacto sanitario, por el miedo que han sufrido estas personas a acudir a los centros sanitarios, lo que ha supuesto un retraso en los tratamientos que, igualmente, han tenido que ser suspendidos en muchos casos.

El impacto ha sido igualmente emocional, al tratarse de un colectivo más susceptible, según Sanjosé, que ha hecho hincapié también en la afección económica y laboral que amenaza de manera más aguda a los enfermos de cáncer. Además, la investigación ha estado parada y, por eso, ha exigido que se retomen los cribados, ante la importancia que cobra la detección precoz, para evitar que los casos tengan una peor calidad de vida. Y es que, una detección tardía se traduce un aumento de la mortalidad.