La campaña de cereal apunta un incremento de rendimiento del 45%

Se acerca la campaña de cosecha de cereal en un año muy singular. Por un lado, marcado por la pandemia, la influencia en la actividad de prácticamente todos los sectores. Por otro, por la abundancia de lluvia que se ha dado en primavera, con temperaturas suaves, y la subida generalizada del termómetro en estas últimas semanas. Eso hace que la estimación del rendimiento cerealista sea muy diferente a la del mediocre 2019 en la provincia de Segovia.

Es lo que ha argumentado en COPE el secretario general de Asaja en la provincia, José María Llorente, que ha reconocido que todo apunta a que 2020 traerá una buena campaña, "aunque no será la mejor del siglo". Las estimaciones indican que, a mismo número de hectáreas cultivadas que el año anterior (unas 165.000), el rendimiento puede experimentar un incremento del 45%, pasando de las 350.000 toneladas a sobrepasar las 500.000. Aunque se trata de eso, estimaciones, como ha recalcado Llorente, que ha confiado en que el tramo final no depare contratiempos, en forma de tormenta o pedriscos.

Precisamente, ha incidido en que, hasta mediados de junio, está abierta la posibilidad para que los agricultores formalicen el seguro contra el pedrisco. Y es que, aunque la campaña se presenta bien, siempre hay un margen de riesgo, que no se disipa hasta que el tubo de la cosechadora no vierte el cereal al remolque, como ha matizado Llorente.

El secretario general de Asaja en Segovia ha afirmado que el sector primario sea, quizá, el que menos ha sufrido las consecuencias del confinamiento, por la necesidad de desarrollarse al aire libre, aunque sí ha tenido influencia en la vida social de los pueblos. Lo que ha trastocado definitivamente han sido los mercados y la posibilidad de contar con mano de obra para las labores del campo.

Pese a todo, la meteorología que ha dominado la primavera ha permitido que las expectativas sean buenas en Castilla y León en cuanto a la producción cerealista. Una estimación que se extiende a prácticamente todas las provincias de la región, según José María Llorente. La cebada aborda ya sus últimas fases, empezando la pérdida de color. El trigo está en su "momento cumbre", aunque le vendría bien un poco de lluvia, que refrescase los cultivos ante el excesivo calor de las últimas jornadas, de modo que se evitase un secado prematuro.