La emoción de María José al asomarse por primera vez en su vida al mirador más famoso del Acueducto

La eliminación de un escalón en el arco que comunica el Postigo del Consuelo con la plaza del Avendaño permite la accesibilidad a una de las panorámicas más emblemáticas de Segovia

Santiago H. R.

Segovia - Publicado el - Actualizado

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¿Cuántas veces has contemplado la panorámica de la ciudad que ofrece el Postigo del Consuelo, junto a la muralla, en el tramo final de la parte de elevada del Acueducto? Una vista de toda la zona este de la capital, que permite disfrutar, en días claros, de la sierra de Guadarrama al fondo (con Peñalara, la Mujer Muerta, Siete Picos...); que arroja también la silueta que recortan los campanarios de varias iglesias de la ciudad; que da la oportunidad de ver la vida de la capital, con el movimiento de personas y vehículos en torno a la plaza de la Artillería... Una vista emblemática y que seguro que has contemplado varias veces... a no ser que vayas en silla de ruedas.

Lógicamente, el más de un centenar de peldaños que separa el Azoguejo de ese punto es un recorrido difícilmente salvable con carritos o sillas de ruedas, pero desde la plaza del Avendaño hay un acceso, en principio, algo más sencillo... que tampoco se podía usar. Hasta ahora. Porque el escalón que daba acceso a ese mirador por ese punto ha sido sustituido por una rampa, también de granito e integrada por el entorno. Esto ha permitido que María José del Río, haya podido acceder con su silla de ruedas al mirador del Postigo en la mañana de este lunes y disfrutar, por primera vez en su vida, de la imagen.

Minutos después de contemplar por primera vez la panorámica se reconocía emocionada. Le agrada poder ser una más de los que contemplan esas vistas. A su lado, también en su silla de ruedas, Juan Carlos, que llevaba más de tres décadas sin poder asomarse a este punto. María José ha confesado que, en multitud de ocasiones, pensaba al pasar por el Azoguejo y mirar hacia arriba, la experiencia que vivían quienes ella veía allí. Una experiencia a la que ella no podía acceder hasta ahora.

Sin embargo, agrega que hay mucho por hacer. Y que incluso llegar por ese recorrido trasero es dificultoso, por el adoquinado y emborrillado de la zona. Ya se sabe que el hecho de que Segovia sea una ciudad Patrimonio de la Humanidad comporta dificultades para determinadas actuaciones o para introducir elementos nuevos, que modifiquen la configuración. Pero algo tan sencillo como unas losas de piedra, que supongan una alternativa al emborrillado, podrían ser una solución.

Alternativas que el alcalde de la ciudad, José Mazarías, se ha comprometido a estudiar para seguir avanzando en accesibilidad. El regidor ha apuntado que se destinarán 350.000 euros a este ámbito.

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